La Virgen del Henar, peregrina
Comienza el recorrido de la Virgen del Henar por los pueblos de la comarca de Cuéllar
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los años jubilares son de larga tradición en la Iglesia. En ellos, hay ocasión de re-cordar (traer al corazón) y re-memorar (traer a la memoria) todo aquello que nos une en torno a una fe y a unas tradiciones. Todo esto se pretende también en el Año Jubilar Henarense en el que la diócesis de Segovia está comprometida desde agosto del año pasado.
En estos días, ha llegado el momento de desarrollar una de las actividades programadas que más ilusión ha despertado entre los devotos: la salida «peregrina» de la Virgen del Henar por los pueblos que conforman la Comunidad de Villa y Tierra Antigua de Cuéllar. Es la visita sencilla de una Madre sencilla que quiere alentar y fortalecer el corazón de tantos hijos que lo han pasado tan mal en estos dos años de pandemia. También es un símbolo de lo que la Iglesia quiere ser para sus hijos (también la Iglesia es Madre): una Iglesia en salida que va en busca de los más necesitados y que se ofrece a todos, los más cercanos y los más alejados de la casa del Padre.
La mañana del pasado sábado, 12 de marzo, la pradera del Henar fue testigo de un momento singular en su larga historia: la talla de la Morenita salía de su santuario después de 50 años. Su primer destino fue Santiago del Arroyo donde, tras ser acogida por numerosos fieles, procesionó acompañada del sonido de las dulzainas hasta la iglesia en la que se celebró un sencillo acto mariano. En San Miguel del Arroyo, el pueblo bailó ante ella y asistió a la misa que fue seguida de un refresco popular. Las siguientes paradas tuvieron la misma acogida: las iglesias de Aldealbar (una aldea de poquísimos vecinos), Torrescárcela y Viloria se veían llenas. No faltaron las ofrendas por parte de los niños y la gente mayor.
El domingo 13, el turno fue de Santibáñez de Valcorba y Cogeces del Monte —qué bellas iglesias, por cierto—. En esta última localidad, los vecinos hubieron de repartir su devoción entre la Virgen del Henar y la Virgen de la Amedilla, que ejerció de anfitriona. El momento más emotivo y especial del día fue, sin duda alguna, la visita que la Madre realizó a la residencia de mayores de Cogeces. Con todas las precauciones por la pandemia, los mayores —más de uno con lágrimas en los ojos— pudieron contemplar a la Virgen que les devolvía la mirada desde el exterior.
Devociones personales, religiosidad popular y hondura. Todo ello ha tenido este primer fin de semana de un total de ocho en los que nuestra «patrona de Castilla» se apeará de su trono para mostrarse a sus fieles. Desde este rincón de COPE Segovia, la acompañaremos en este itinerario cargado de símbolos y de futuro. ¡Viva la Virgen del Henar!