Un experto en adicción a la pornografía explica la clave de la rehabilitación: “Sanear a la persona"
Detalla en Herrera en COPE que el proceso puede prologarse más allá de los dos años, pero debe existir una toma de conciencia
Valladolid - Publicado el - Actualizado
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No es un proceso sencillo. Tampoco exento de dificultades. Salir de las redes de una adicción supone un largo camino en el que no sólo se aplica una terapia, sino también una rehabilitación posterior de la persona. Lo ha explicado en Herrera en COPE, el doctor en psiquiatría Blas Bombín, una autoridad nacional en adicciones sociales, “El tratamiento dura bastante tiempo si se quiere rehabilitar a la persona. Primero, la adicción, mediante abstinencia y el cambio de hábitos y entorno. Después hay que tratar a la persona porque hay condicionamientos que conducen al consumo abusivo y adictivo”. El tratamiento puede llevar un mínimo de dos años para sanear las estructuras subyacentes que pueden despertar una adicción.
¿Pero cuál es la frontera entre el abuso y la adicción? En todas las adicciones hay un consumo social y la frontera con la adicción la define la relación de la persona con esa realidad. La adicción se da cuando la persona pierde la libertad para consumir, en este caso, un contenido pornográfico. “Hay un impulso desmedido a consumir material que le genera un placer”, explica.
Toma de conciencia o 'insight'
La terapia comienza por iniciativa propia o empujado por el entorno. En cualquiera de los casos, debe darse una necesaria toma de conciencia que el doctor Bombín llama 'insight'. El adicto niega su problema, especialmente por un sentimiento de culpa que hace que en muchos casos esta adicción viva de modo oculta. La persona se va aislando y se rompen sus estructuras sociales. “La persona tiende a minimizar la importancia de su problema y niega rotundamente”, explica, pero cuando da el paso y admite esa realidad, se produce la toma de conciencia y el grado de conciencia determina el éxito de la terapia. “Tomar conciencia genera un alivio muy grande”, concluye.
Señales de alarma ante la adicción al 'porno'
El primer contacto con la pornografía se produce a los 8 años. A los 12, muchos han consumido este tipo de contenido. Pero, ¿cómo puede el entorno detectarlo? Esta adicción, que se inicia en la etapa infantojuvenil, dispara determinadas alarmas que el entorno puede detectar. “Es importante que en la familia, los padres estén pendientes de los comportamientos sociales del niño”, señala, “si se va apartando de la norma con aislamiento, retraimiento, cambio de carácter y un estado de tristeza por la acumulación de culpa”. El doctor Bombín señala que el joven desarrolla sentimientos de culpa y de pesadumbre, esto afecta a la persona con un estado de ansiedad que, al mantenerse, puede conducir a la depresión.