Monseñor Argüello anima a profundizar en el Credo y a invocar el don de la unidad

2025 abre como una “buena oportunidad” para profundizar en el Credo, profundizar en la fe e invocar el don de la unidad de todos los cristianos. “Yo mismo he propuesto a todas nuestras comunidades de la Iglesia Diocesana de Valladolid que, a lo largo del año, profesemos el Credo de Nicea, que luego fue pulido en su redacción final en Constantinopla, para que, repasando, profesando el Credo, podamos profundizar en esta Fe que nos une”, ha señalado el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, en su carta pastoral. 

“A lo largo del año somos llamados a la conversión a Jesucristo para entrar de su mano en la relación con Dios, que es Padre y Creador, a sabernos ungidos por el mismo Espíritu que ungió a Jesús y a confesar que formamos parte de su Cuerpo, la Iglesia, que tiene una misión. Para llevar a cabo esta misión —lo dijo el propio Jesús— es imprescindible la comunión”, ha comentado.

El prelado vallisoletano recuerda que el Papa Francisco en este año jubilar nos anima la esperanza, nos invita también a celebrar con gozo y de manera solemne los 1.700 años de la redacción del Credo en Nicea.

¿Crees esto?

¿Crees esto? Es la provocativa pregunta que hace Jesús a Marta cuando, muerto su hermano Lázaro, le reprocha a Jesús haber llegado tarde. Él, entonces, hace una presentación de sí mismo solemne: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree esto vivirá para siempre”. Así abre su carta pastoral el arzobispo de Valladolid. Un interrogante que se repite en el Octavario de Oración por la Unidad de los Cristianos.

“La fe en Jesucristo resucitado es el verdadero vínculo de unidad”, ha puntualizado. ”El corazón, la piedra angular de la fe cristiana, es Jesucristo y este resucitado. Pero Jesucristo es el hijo de Dios Padre. Jesucristo está ungido por el Espíritu Santo y, a través de él, el Padre nos comunica este mismo Espíritu. En torno a Jesucristo, los creyentes nos agrupamos y formamos la Iglesia; recibimos el Bautismo y por él nos incorporamos al mismo cuerpo de Cristo; juntos peregrinamos en la esperanza de la vida eterna y de la resurrección de nuestra propia carne frágil y mortal”, explica.

¿Cuándo celebrar la Pascua?

En el concilio de Nicea se planteó el cómo vincular la Pascua judía a la Pascua cristiana y, por tanto, cuál era la fecha adecuada para celebrar el Misterio pascual de Jesucristo. “En este año 2025 resulta que celebramos la Pascua el mismo día —20 de abril— todas las denominaciones cristianas. Esta fecha de celebración, que ha dado lugar a divisiones a lo largo de los siglos, este año de esperanza nos une en la celebración central de los cristianos”.

“Ahí te dejo la pregunta, querido amigo: ¿Crees esto? Que este Año Santo, ‘Peregrinos de Esperanza’, nos ayude a responder entrando en la conversión al Señor, viviendo la comunión en la Iglesia y anunciando en la misión esta buena noticia de salvación para todos los pueblos”, concluye.