Alerta en Cataluña por la proliferación de sectas: el drama de una familia

El fenómeno de las sectas en España, y en particular en Cataluña, es un tema de creciente preocupación.

En Cataluña operan al menos 90 sectas, según los Mossos d'Esquadra, mientras que en todo el país se contabilizan aproximadamente 250.

La incidencia de estos grupos de manipulación psicológica afecta alrededor del 1% de la población, aunque la cifra real podría ser mucho más alta.

En este contexto, la santería ha ganado terreno, utilizando las redes sociales y nuevas tecnologías para atraer a un mayor número de adeptos, dificultando así su monitoreo.

Victoria, una tía preocupada, comparte su angustiosa experiencia con la santería que ha afectado a sus sobrinas de 12 y 13 años. Su relato ofrece una visión de cómo esta práctica ha cambiado radicalmente la vida de sus familiares.

"Cuando empiezas a darte cuenta, es bastante tarde"

Las señales iniciales fueron sutiles, pero con el tiempo, los cambios en el comportamiento de las niñas se volvieron alarmantes.

"Mi sobrina mayor amaba a los perros, y de repente comenzó a tratarlos con una indiferencia que no era normal"

Este cambio de actitud se debe a las prácticas de la santería, que incluye sacrificios de animales y la ingestión de sangre en rituales.

Un entorno familiar corrompido

La santería no siempre se practica en lugares apartados; a menudo, se infiltra en el núcleo familiar. En el caso de Victoria, el padre de las niñas se había casado con una mujer devota de la santería, quien introdujo estas prácticas en la familia.

"El padre decidió hacerlas a la manera de su esposa", explica Victoria. Este adoctrinamiento ha llevado a las niñas a rechazar a su familia y amigos, y a mostrar comportamientos erráticos influenciados por los rituales.

Además de los cambios de comportamiento, las niñas comenzaron a seguir estrictos códigos de vestimenta y alimentación dictados por la santería. "Según el Santo, les decían qué color debían vestir en cada momento", recuerda Victoria.

Esta imposición afectó profundamente la vida cotidiana de las menores, alejándolas de su entorno natural.

Falta de respuesta legal y sanitaria

La lucha de Victoria por recuperar a sus sobrinas ha sido frustrante. Aunque la justicia ha reconocido el problema, la falta de mecanismos efectivos para controlar estas prácticas dentro del hogar ha impedido cualquier avance significativo.

"La jueza dijo que no podían seguir con esa religión, pero ¿quién controla que realmente no lo hagan?"

La situación es aún más grave debido a los riesgos para la salud asociados con los rituales de la santería. Victoria menciona que "los rituales incluyen la ingestión de hierbas tóxicas y sangre, lo cual ha llevado a algunos niños a urgencias".

A pesar de estas evidencias, las autoridades han sido incapaces de intervenir de manera efectiva.

Un llamado a la acción

Victoria, junto con otros afectados, está luchando por la creación de una ley que tipifique la persuasión coercitiva como delito. Esta ley proporcionaría una herramienta legal para combatir estas prácticas y proteger a los menores involucrados.

"Estamos absolutamente convencidos de que se necesita una ley para la tipificación de la persuasión coercitiva", afirma Victoria, quien espera que las 15,000 firmas recogidas impulsen esta iniciativa.

La situación de las sobrinas de Victoria es un reflejo de un problema mayor que afecta a muchas familias en España. La santería y otras sectas se están expandiendo silenciosamente, aprovechando las nuevas tecnologías para reclutar y adoctrinar a personas vulnerables.

Sin una respuesta legal y social adecuada, el número de víctimas seguirá creciendo, dejando a más familias desgarradas y sin respuestas.