¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?: El error al que te lleva el síndrome de la edad de oro

El autor de la saga de libros sobre curiosidades "Ya está el listo que todo lo sabe", Alfred López, divulgador científico, nos hace algo más sabios al dar respuesta a las preguntas sobre enigmas u orígenes etimológicos de las palabras que utilizamos.

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El ‘síndrome de la edad de oro’ o la popular creencia que cualquier tiempo pasado fue mejor

El "síndrome de la edad de oro" o "síndrome de la edad dorada" es un fenómeno en el que las personas tienden a idealizar el pasado, creyendo que los tiempos pasados fueron mejores, a pesar de las dificultades que pudieron haber enfrentado en aquel entonces.

Esta percepción se basa en una nostalgia por épocas pasadas, a menudo alimentada por la literatura, el cine y la mitología griega, que describe una "edad de oro" utópica en la que los seres humanos vivían en un estado idealizado de pureza y felicidad.

Esta idea ha sido explotada en obras artísticas como la película "Medianoche en París" de Woody Allen, donde el protagonista experimenta un viaje nostálgico al pasado, descubriendo la fascinación por la década de 1920 y sus icónicos personajes.

¿De dónde proviene el término ‘saqueo’ como sinónimo de robo?

El término "saqueo" se refiere al acto de robar algo, generalmente mediante el uso de la fuerza.

Esta práctica se remonta a numerosos conflictos bélicos a lo largo de la historia, donde los soldados invasores aprovechaban para robar objetos de valor después de conquistar un lugar.

Para llevar a cabo esta acción, llevaban consigo sacos para transportar lo saqueado. De esta manera, el término "saqueo" se popularizó para describir este tipo de robo masivo.

La expresión "entrar a saco" surgió como sinónimo de realizar una acción de manera irrespetuosa o desconsiderada, haciendo referencia a la práctica de saquear. Con el tiempo, estas expresiones han adquirido diversas variantes de uso en el lenguaje cotidiano.

Por cierto, si te gustan las curiosidades como estas, Alfred López acaba de publicar un nuevo libro cargado de sabiduría, "Esto es curiosísimo". En autoedición, Alfred continúa fabricando "cuñaos" ilustrados.