Sociedad
Casi la mitad de los empleados públicos consumen ansiolíticos, antidepresivos o somníferos a diario
El perfil mayoritario, según un estudio de CSIF, son mujeres de entre 35 y 65 años que trabajan en la sanidad pública o en un centro educativo
Barcelona - Publicado el
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El 46% de las personas que trabajan como empleados públicos consumen prácticamente a diario fármacos como ansiolíticos, antidepresivos o somníferos, según una encuesta de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).
Esta encuesta, presentada con motivo de la Semana Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo, se centra en las medidas de promoción de la salud mental y bienestar laboral de las/os empleados públicos.
La encuesta se ha realizado a un total de 6.300 personas que trabajan en diferentes ámbitos de las administraciones públicas.
Según la misma investigación, el 60% de las personas encuestadas reconocen que necesitan ayuda psicológica, pero solamente un 38% la consigue, y en la mayoría de los casos, lo logran mediante la sanidad privada. El perfil que más se repite es el de una mujer de entre 35 y 67 años, que trabaja en la administración, la sanidad pública o en un centro educativo.
ansiolíticos e hipnosedantes
Este público reconoce consumir este tipo de fármacos por tal de soportar la sobrecarga de trabajo, la falta de reconocimiento, la dificultad para conciliar el sueño, la discriminación por motivos de salud, los conflictos entre compañeros, el acoso y la falta de desconexión digital.
Todos estos elementos hacen que tres de cada cuatro reconozca abiertamente que su salud mental se ve resentida por la condiciones de trabajo, algo que les lleva a consumir este tipo de fármacos psicoactivos.
Entre ellos, los más consumidos son los ansiolíticos e hipnosedantes (un 71% reconocen su uso), los antidepresivos (12%) y otras sustancias (17%).
Como consecuencia de este estudio, CSIF ha iniciado la campaña 'Derrumbando estigmas de la salud mental en el ámbito laboral' para sensibilizar a los trabajadores sobre la importancia de su salud mental.
Además, ha pedido al Gobierno la adopción de medidas urgentes como más presupuesto para que los servicios públicos incrementen el número de profesionales de la Salud Mental, ampliar las plazas de especialidad de Medicina del Trabajo o aumentar los recursos humanos en los servicios de prevención de las administraciones.