PROTECCION SOLAR
¿Qué es el callo solar y por qué es un bulo peligroso para nuestra piel?
Según este mito, la piel se vuelve más resistente a futuros daños solares a base de exponerse al sol sin protección
Madrid - Publicado el
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La exposición al sol es una actividad que muchas personas disfrutan, especialmente en los meses de verano, un momento en el que los más apasionados suelen permanecer largas jornadas bajo el sol. A veces estas sesiones de bronceado se experimentan sin protección solar, lo cual constituye un alto riesgo para la salud. El abuso del sol sin la protección adecuada puede tener consecuencias graves para la salud de la piel.Y entre las ideas erróneas que circulan en redes sociales y conversaciones cotidianas, una de las más peligrosas es la del "callo solar".Este concepto implica la creencia totalmente equivocada de que, al exponerse repetidamente al sol sin protección y sufrir quemaduras, la piel se volverá más resistente a futuros daños solares. Hoy en Herrera Cope Catalunya explicamos cómo ha surgido el callo solar y por qué es un mito peligroso, la importancia de evitar tomar el sol sin protector, y cómo la piel recuerda cada exposición solar dañina que sufre.
¿Qué es el callo solar y por qué es un bulo?
El término "callo solar" se ha popularizado en plataformas como TikTok y otras redes sociales, donde algunas personas aseguran que exponerse al sol sin protección puede fortalecer la piel contra futuras quemaduras solares. La teoría detrás de este mito es que, al quemarse repetidamente, la piel desarrollará una tolerancia a la radiación ultravioleta (UV), similar a cómo se forma un callo en la piel por fricción constante.
Sin embargo, este concepto es completamente erróneo y peligroso. Como explican expertos y organizaciones como la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), no existe ninguna evidencia científica que respalde la existencia del callo solar. De hecho, el bronceado que obtenemos al exponernos al sol es simplemente un mecanismo de defensa de nuestra piel, que produce más melanina para protegerse de la radiación UV. Este proceso no fortalece la piel contra futuros daños, sino que indica que ya ha habido un daño significativo.
Los dermatólogos explican que todos nacemos con un foto tipo y color de piel específico, que es resultado de la selección natural. Las personas de tez más oscura tienen una mayor protección natural contra el sol debido a la mayor cantidad de melanina en su piel, mientras que las personas de tez más clara tienen menos protección y, por lo tanto, un mayor riesgo de sufrir daños solares. Quemarse repetidamente solo aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades graves como el cáncer de piel.
¿Por qué es tan importante evitar tomar el sol sin protector?
La radiación solar tiene efectos acumulativos en nuestra piel. Cada vez que nos exponemos al sol sin protección, estamos aumentando el riesgo de sufrir daños que pueden tener consecuencias a largo plazo. Los rayos UVA y UVB del sol son responsables de quemaduras solares, envejecimiento prematuro de la piel, manchas y, lo más preocupante, el cáncer de piel.
La protección solar es esencial para prevenir estos daños. Usar un fotoprotector con un alto factor de protección solar (FPS) ayuda a bloquear los rayos UV y reducir el riesgo de quemaduras y otros daños cutáneos. Además, es importante aplicar el protector solar adecuadamente y reaplicarlo cada dos horas, o después de nadar o sudar.
El mito de que una piel ya bronceada no necesita protección es falso. El bronceado es simplemente un signo de que la piel ya ha sido dañada por el sol. Incluso las personas con piel más oscura pueden sufrir daños por los rayos UV, y es crucial que todas las personas, independientemente de su fototipo, usen protección solar adecuada.
La piel tiene memoria: olvídate del callo solar
La piel no olvida. Cada exposición dañina al sol deja una huella que se acumula con el tiempo, aumentando el riesgo de desarrollar problemas cutáneos en el futuro. El concepto de que la piel puede desarrollar una "tolerancia" al sol es una falacia peligrosa. En realidad, cuanto más nos quemamos, más daño acumulamos y mayor es el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
Tal y como indican y respaldan todas las investigaciones científicas, los antecedentes de quemaduras solares, especialmente durante la infancia, son un factor de riesgo significativo para el desarrollo de melanoma, uno de los tipos de cáncer de piel más peligrosos. La exposición solar sin protección también contribuye al envejecimiento prematuro de la piel, causando arrugas y manchas.
Es vital adoptar hábitos de protección solar desde una edad temprana y mantenerlos a lo largo de la vida. Esto incluye no solo el uso regular de fotoprotectores, sino también , usar ropa protectora y buscar sombra siempre que sea posible.