“Me han dado una segunda oportunidad para hacer algo por los demás”
El policía municipal Jesús García cuenta a COPE cómo se recupera de las graves lesiones sufridas en un accidente frontal provocado por un coche en sentido contrario. Murieron los cuatro ocupantes de los otros dos vehículos implicados
Madrid - Publicado el
3 min lectura
“Cuando estaba volando, aunque parezca increíble, lo que me vino a la cabeza en ese segundo fue ahora notarás un CRAC y se acabará todo. Cuando caí en el suelo no podía respirar y tampoco notaba las piernas. Me entró mucho miedo”.
Congela la sangre escuchar el lúcido, lucidísimo testimonio de Jesús Pedro García Martín. El pasado uno de septiembre, el mismo día que celebraba su treinta aniversario en la Policía Municipal, pudo haber sido su último día en la tragicomedia de la vida. Pero su ángel de la guarda estaba pendiente y en forma y lo evitó además de los servicios de emergencia que lo trasladaron al Hospital Clínico en ambulancia.
Era un domingo y se acababa de incorporar con su moto Suzuki de 600 cc al carril central de la A6, a la altura de Las Rozas, donde vive. Un coche le adelantó por la izquierda a unos 120 kilómetros por hora. De repente, otro coche que circulaba por ese mismo carril, pero en dirección contraria, chocó frontalmente con el otro vehículo. La violencia del impacto fue tal que ambos coches se levantaron sobre las ruedas delanteras, formando una V.
ASÍ RECUERDA JESÚS ESE ACIAGO DÍA
Jesús nos sigue contando: “Intento con mi moto y de una manera instintiva irme a la derecha para ver si podía pasar. No fui capaz, frené todo lo que pude pero terminé impactando contra el lateral del coche que iba en sentido contrario. Tuve la inmensa fortuna de pasar por encima. Vuelo 15 ó 20 metros, caigo de espaldas, me arrastro y paso por debajo del guardarrail mientras mi moto queda partida en dos tras impactar contra ese mismo guardarrail”.
El agente de la policía municipal, muy querido por sus compañeros, recuerda: “Intenté echar la pierna izquierda sobre la derecha y me di cuenta que no me hacía caso. Entonces pensé que me había quedado parapléjico. Pero entonces (yo lo achaco a mi fe) me empezó a entrar una energía positiva que me decía: Jesús estás respirando... Tienes que seguir”.
REHABILITACION MAÑANA Y TARDE
Jesús se recupera ahora en un hospital de Coslada donde lucha todos los días en duras sesiones de rehabilitación mañana y tarde. Está muy animado aunque de momento sigue en silla de ruedas pero su empeño y fuerza de voluntad le van a llevar a volver a andar, su objetivo número uno.
“Mi primer objetivo ahora es andar, -nos cuenta-. Primero con muletas y luego con normalidad. Mi profesión ahora es recuperarme bien porque tengo una niña de 17 años, unos padres mayores y una pareja con la que estaba empezando una relación en el momento del accidente. Y también están mis compañeros que se están volcando. Tengo decenas de llamadas y mil mensajes en el móvil. Mi familia ha sido mi tabla de salvación en todo este tiempo.
GANAS DE LUCHAR
Jesús es consciente de que es un privilegiado desde el minuto 1: “Los otros cuatro implicados en el accidente fallecieron. Haber sido el único superviviente te da una fuerza y unas ganas de luchar brutales”.
La fe de Jesús mueve montañas: “Soy católico practicante y creo que me falta algo por hacer. Soy un privilegiado, me han dado una segunda oportunidad. Será para que haga algo por los demás”.
No tiene rencor a nadie y recuerda que los controles policiales para detectar a conductores bajo efectos de la droga y el alcohol son esenciales. Porque son una trampa mortal al volante, añade Jesús con voz firme. Tan firme como su voluntad inquebrantable de salir adelante.