El riesgo de aparcar alrededor del tanatorio de San Isidro: "Se ponen la capucha y los rompen"
Las calles más cercanas están repletas de cristales. Los robos a los vehículos menos habituales se han convertido en rutina
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Las calles cercanas al tanatorio de San Isidro suelen estar muy concurridas en cuanto al aparcamiento de coches se refiere. Esta zona, ubicada en Carabanchel y junto al río Manzanares, no tiene un área de Servicio de Estacionamiento Regulado. Por lo tanto, muchos dejan el coche aquí y trabajan al otro lado del río. Además, las visitas que llegan al tanatorio se encuentran en muchas ocasiones el párking lleno, por lo que tienen que estacionar su vehículo en las zonas aledañas. Desde hace un tiempo, estos coches se han convertido en el objetivo de muchos delincuentes que rompen las ventanas y roban los objetos de su interior.
La imagen habitual, por tanto, es una en la que destaca un alto número de coches aparcados y cristales rotos en el suelo donde se estacionan. Los vecinos son conscientes de los robos y lo sufren a diario, pero lo hacen más aún aquellos menos habituales que aparcan durante un tiempo limitado. Según cuentan los que viven en la zona, estos robos los llevan a cabo chicos jóvenes, incluso alguno menor de edad. Lo hacen a cualquier hora del día y como dice Carlos, un residente del barrio desde hace siete años que ha sido testigo varias veces de estos actos, "Saben a quién hacerlo, lo hacen a gente que no conocen. Rompen los cristales y se llevan bolsos y cosas así".
Como bien cuenta Carlos, los que se dedican a romper los cristales de los coches conocen a la perfección los vehículos habituales del barrio: "Cuando viene gente por aquí y aparcan, ya los tienen vigilados. Se ponen capucha y los rompen", explica.
Presencia de la policía
Los vecinos admiten que hay policía rondando las calles, pero echan en falta una mayor contundencia a la hora de atajar este problema. Según Carlos, "La policía los coge y en el mismo día los sueltan, no hacen nada. Al día pueden pasar cien veces y de las cien veces se quedan una vez".
Sin embargo, para otros el papel de los agentes es fundamental. Uno de esos casos es el de Luis, un trabajador de limpieza del barrio que también es conocedor de los robos: "Esto pasa todos los días prácticamente. Tenemos que andar con la policía para pasar la sopladora, sino no limpiamos". Mientras Luis hablaba al micrófono de COPE, nos ha enseñado una bandolera abierta que se ha encontrado tirada en el suelo junto a unos pequeños cristales rotos.
En su interior había llaves, documentación e incluso alguna tarjeta bancaria. Según cuentan los vecinos, los ladrones no buscan robar eso, sino que su objetivo es hacerse con ordenadores portátiles, móviles y otros aparatos por el estilo. Fuentes del barrio han explicado a COPE que los que roban tienen un dispositivo capaz de detectar si los objetos que buscan se encuentran en el interior del vehículo.