Les Useres y Bejís, un año después: esperando los grandes trabajos de recuperación

Hoy hace un año del inicio de una de las semanas más negras de la provincia en lo que vamos de siglo. Sobre el mediodía se iniciaba en las cercanías del Mas d'Avall, en Costur, un incendio forestal al que el viento y el calor le llevaba hasta el término municipal de Les Useres.

En pocas horas, arrasaba cerca de mil hectáreas y dejaba imágenes dantescas con las llamas ganando el monte a plena vista de la localidad. Hemos querido recordar en COPE este incendio, de la mano del alcalde de la localidad, Jaime Martínez, que nos apuntaba que tras unos primeros trabajos realizados con fondos propios se sigue a la espera del apoyo del resto de instituciones.

Una que se podría recuperar en breve es la de la Diputación, a través de un nuevo convenio que mejore la dotación económica del propuesto por el anterior equipo de gobierno.

Junto a ello, Martínez también apunta a la Generalitat, y a la necesidad de aumentar las acciones de prevención, con la creación de nuevos cortafuegos y el impulso a la recuperación de terreno agrícola. Y es que en caso de no llevarse adelante, alerta el primer edil, las opciones de volver a vivir este tipo de fuegos es mayor.

Año uno en el Alto Palancia

Y si grave resultó el incendio en Les Useres, devastador fue el que se inició el 15 de agosto del año pasado. A media tarde aparecían las llamas en el entorno de Los Cloticos de Bejís en lo que supuso el incendio más devastador en la provincia de lo que llevamos de siglo. Casi 20 mil hectáreas arrasadas en la zona del Alto Palancia, con un perímetro que se alargó hasta las puertas del santuario de la Cueva Santa de Altura.

De cara a conmemorarlo, Bejís acoge mañana por la tarde un acto de homenaje a todas las personas que ayudaron en la lucha contra el incendio. Ya han confirmado su presencia la gran mayoría de servicios de emergencia que participaron en el operativo.

De momento, la situación paisajística, pese al trabajo por volver a la normalidad, apenas ha variado, con el negro aún por encima del verde. Así nos lo ha explicado Pablo, que lleva el estanco de Torás, que lamenta además que tras las buenas palabras no han llegado los trabajos de recuperación del entorno.