La UJI abre "un curso clave para su modernización"

La Universitat Jaume I ha celebrado el acto de apertura del curso académico 2024-2025, un acto que ha estado presidido por la rectora de la UJI, Eva Alcón, acompañada por la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant; el conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira; el rector honorario de la UJI, Francesc Michavila, y la secretaria general de la UJI, Cristina Pauner.

En su intervención, Eva Alcón ha manifestado el compromiso de la UJI de ser una universidad innovadora para liderar la respuesta a los retos de la sociedad. Para conseguir este objetivo, ha pedido en el Gobierno de España y la Generalitat voluntad política de garantizar la financiación del sistema universitario público. "Tenéis a vuestro alcance asentar las bases de una financiación que dote a la educación universitaria como mínimo del 1% del PIB y hacerlo con corresponsabilidad. Necesitamos con urgencia dotar a las universidades de suficiencia financiera".

Así mismo, la rectora de la UJI ha hecho un repaso de los principales puntos del plan de acción de gobierno en los que se pondrá el foco este curso: el fortalecimiento de la oferta formativa con la actualización de los estudios y el impulso de la formación dual y la formación permanente; situar a la UJI como referente en el emprendimiento y fomentar una investigación que genere impacto social. En cuanto a la investigación, ha destacado el récord de financiación en I+D+i conseguido en 2023 y el buen posicionamiento de este año en el ranking de Shangái, a pesar de la diferencia importante en los recursos de que dispone, hecho que evidencia la eficiencia de la UJI.

No obstante, la rectora ha señalado la importancia de que "la universidad no sea solo un centro de expedición de títulos, sino una institución que fomente la creatividad, el pensamiento crítico y el compromiso cívico. Nos comprometemos a ser una universidad socialmente responsable, para favorecer la igualdad de oportunidades, y una universidad consciente de nuestras responsabilidades públicas para contribuir al bien común".

La ministra Diana Morant ha afirmado que "las universidades públicas son el instrumento que tiene la sociedad para combatir las desigualdades» y que este va a ser «un curso clave para su modernización". Así, ha explicado que está previsto firmar con las comunidades autónomas los convenios para activar el programa de incorporación de talento docente e investigador, un programa para rejuvenecer y estabilizar las plantillas universitarias. En cuanto a la UJI, este programa se traducirá en 36 plazas para profesorado ayudante doctor que se incorporarán este curso.

Por su parte, el conseller José Antonio Rovira ha reiterado el compromiso de la Generalitat con la universidad pública de Castellón y el resto de universidades públicas valencianas de proporcionar el apoyo necesario para que continúen avanzando en su misión. "Entendemos que una universidad de calidad requiere de los recursos necesarios para continuar siendo un referente en investigación, docencia e innovación. Por eso, se está impulsando un acuerdo de financiación plurianual que permitirá a las universidades planificar de manera estratégica y a largo plazo una financiación estable para situarse en condiciones de igualdad frente a otras universidades", ha afirmado.

Lección inaugural: Arte, poder político y compromiso social

Rosalía Torrent Esclapés, catedrática de Estética y Teoría de las Artes del Departamento de Historia, Geografía y Arte, ha sido la encargada de impartir la lección inaugural de este curso académico 2024-2025 que ha llevado por título «Arte, poder político y compromiso social», en la que ha reflexionado sobre la trascendencia política que tiene el arte y la importancia que esta actividad se realice libre de todo control político. "Esta es una cuestión vital para el arte y también para mantener la buena salud de las sociedades democráticas", ha apuntado.

Así, Torrent ha explicado que el arte ha ido variando a lo largo de la historia sus relaciones con el poder político, con amplios periodos en los que ejerció una función apologética y de propaganda institucional del poder establecido pero también con un potencial subversivo y de crítica social desde el inicio del siglo XX.

En esta línea, la catedrática ha mostrado algunos ejemplos de cómo la actividad artística se ha convertido en un ejercicio de libertad, una libertad que es compatible con el compromiso social y que sirve para reivindicar una sociedad más justa.

Como ejemplos, ha presentado las obras que ha visto personalmente y que le han causado más impacto en este sentido: Cuadrado negro sobre fondo blanco, de Kazimir Malèvitx, una declaración política de intenciones del artista que defendía un arte que ya no estuviera al servicio de la religión ni del Estado; el Pabellón de España en la Bienal de Venecia de 2003, del artista Santiago Sierra, que buscaba hacer una crítica de la política de extranjería de la Estado Español; las obras sobre el mar Mediterráneo de la artista valenciana Isabel Oliver que reflexionan sobre las migraciones; las fotografías de la francesa Claude Cahun, que fue en su vida y obra una pionera en la deconstrucción del sistema binario masculino/femenino; y la obra El dolor en un pañuelo, de Regina José Galindo, sobre la violencia por razón de género.

Finalmente, Rosalía Torrent ha señalado que "aunque el arte sea una acción política tiene que permanecer a resguardo de cualquier intento de control y censura por parte del poder político. El arte es una herramienta poderosa, puede emocionar, indignar y, sobre todo, abrir nuevos horizontes, por eso el poder político aspira a controlarlo". En este sentido, ha concluido que "el poder político tiene que secundar y fomentar la creatividad artística porque es un valor en sí misma, no porque genere productos coincidentes con su ideología y esta tendría que ser una de las máximas que guiaran una auténtica política cultural".