Las cárceles valencianas al límite: masificadas, con poco personal y aumento de las agresiones
ACAIP denuncia que haya dos presos por celda cuando la ley lo prohíbe: "hemos convertido la excepcionalidad en la normalidad"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los centros penitenciarios en la Comunidad Valenciana están desbordados. El elevado número de internos y el aumento de agresiones van acompañadas una clara escasez de personal.
El centro penitenciario de Fontcalent, Alicante, tiene más de 1.000 internos repartidos en tan solo 450 celdas. Joaquín Leiva, portavoz del sindicato ACAIP (Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias), explica: “Tenemos todas las celdas dobladas con dos internos cuando nuestra legislación prevé que haya un interno por celda y que excepcionalmente haya dos, por lo que hemos convertido la excepcionalidad en la normalidad”. Esto ha provocado que el número de agresiones se haya duplicado en el último año.
A pesar de la evidente sobreocupación y la incorporación de nuevas unidades, el centro penitenciario de Alicante sigue sin aumentar la plantilla. “En un módulo donde tengo 200 internos, en un día normal cuento con 2 o 3 trabajadores”, añade Joaquín Leiva.
La cárcel de Picassent en Valencia, sigue una tendencia muy similar. Y es que tiene a más de 2.000 internos repartidos en 1.500 celdas. El portavoz sindical en Picassent, Alberto Téllez, asegura que “se ha puesto un pequeño parche con la incorporación de nuevos funcionarios en prácticas, aunque sigue siendo insuficiente” y denuncia la falta de personal médico.
Las agresiones, cada vez más comunes, parecen no tener solución. Alberto Téllez, explica que les gustaría tener la condición de agente de autoridad, otorgándoles un estatus con el que ahora no cuentan. “Antes de agredir a un funcionario, que los internos sepan que pueden tener una condena mayor por el hecho de tener la condición de agente de autoridad, como los maestros o médicos que visitan el centro penitenciario”, añade.
En Castellón, la situación no dista de lo visto en Valencia y Alicante. Moisés Hernández, miembro de CSIF (Central Sindical Independiente y de Funcionarios), asegura que el problema en la prisión de Albocàsser, no solo reside en la falta de personal, sino también en la “avanzada edad” de la plantilla. Además, destaca el papel de los médicos en las prisiones, puesto que, “las cárceles cada vez se parecen más a psiquiátricos”.
Una posible solución para evitar las agresiones en los centros penitenciarios pasa por aumentar la plantilla. De este modo se podrá garantizar un entorno seguro tanto para los internos como para el personal