VALENCIA BASKET
El Valencia Basket tumba al Real Madrid en una noche mágica y se afianza cuarto (99-93)
Los taronja, con un juego coral y lleno de energía, someten a los blancos, refuerza sus opciones de ser cabeza de serie. Anderson, clave con su defensa a Campazzo
Valencia - Publicado el - Actualizado
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La Fonteta necesitaba un partido así de su Valencia Basket para reencontrarse y reconciliarse después de meses de enfriamiento. Nada mejor que la visita del Real Madrid, el rival que más conecta a la afición taronja, el que más une a la grada. También el más poderoso y armado, lo cual siempre complica mucho los duelos. Casi siempre pierdes, como le ocurre a casi todos los contrincantes. Pero los valencianos demostraron algo que les ha fallado mucho este año, constancia y regularidad en la turbina de energía. Ante los blancos, fueron cuarenta minutos. Ni uno más ni uno menos. Y eso se tradujo en un triunfo clave por 99-93 para afianzar la cuarta plaza y depender de esa última visita a Andorra para ser cabezas de serie.
El Real empezó mejor, con 0-6, pero Jones empezó su recital. Once puntos antes de irse al banquillo 18-16. Le secundó muy bien Justin Anderson, pletórico, disfrutón, capaz de matar en la cara de Tavares. Pero los visitantes tienen tantos recursos que no se soltaban. Inglis y Deck, qué mala pinta su lesión de rodilla en el tercer cuarto, protagonizaron el final de cuarto con su acierto (28-27).
Xavi Albert atascó los primeros segundos de muchas posesiones del Madrid con su defensa 2-1-2 presionante, algo que embarró muchas posesiones blancas. Aún así, la entrada de Rudy Fernández, con un un robo y un triple, le dio una liegra ventaja a los de Chus Mateo, 32-37. Entonces llegó el momento de Ojeleye, que son su renovación se ha ganado el corazón de la Fonteta. Con intercambio de golpes llegamos al descanso 47-49.
El resto del partido fue un mismo patrón. Tirones taronja, respuestas blancas. Jovic e Inglis siguieron con su buena aportación. Hezonja y Musa, devolviendo puntos. Hasta Puerto enchufó un triple punteado. Había fluidez y confianza. La Fonteta estaba metida desde el minuto uno. 75-72, minuto 30.
El partido lo resolvieron Jones y Anderson. El base con un par de acciones de crac, por cierto, muy puesto en defensa, algo poco habitual. Y el alero con dos triples espectaculares, uno desde casi su casa, para poner la Fonteta patas arriba, 86-79 a 4:25, y cánticos de "MVP, MVP". Su acierto, 22 puntos fue clave, pero más aún su defensa a Campazzo, a quien desquició y sacó de su ritmo habitual.
Yabusele acercó 86-84 y Campazzo, con dos robos, más aún, 89-87. Y aquí Pradilla, ante Tavares, ni lo pensó. Desenfundó desde el 6'75 y dio aire. 92-87. Y Jones lo remató con un triplezo en la cara del argentino. El resto, un festival de tiros libres para disfrute de la Fonteta. Cuartos, con la derrota de Gran Canaria, y dependiendo de uno mismo ante Andorra. Noche mágica y redonda. Un refuerzo para el futuro y la confirmación de que en Xavi ALbert hay madera de entrenador.