Operación antiokupas en el hotel Sidi Saler: un detenido con antecedentes

La Policía Local de València y la Guardia Civil han puesto en marcha este miércoles un operativo contra la okupación del hotel Sidi Saler, y aunque dentro del edificio no se ha encontrado a ninguna persona si se ha identificado a dos personas que abandonaban el lugar y una de ellas, requerida por delitos contra la propiedad, ha sido detenida.

Fuentes municipales han informado de que la tarde de este miércoles la Guardia Civil ha identificado en las proximidades del recinto hotelero a dos personas, una de ellas presuntamente implicada en un delito grave de lesiones, y dada la morfología del edificio y que ambas personas se podían encontrar en su interior, se ha solicitado la colaboración de la Policía Local.

En las plantas registradas por la Policía Local no se ha encontrado a ninguna persona, según las fuentes, que han señalado que al inicio se ha identificado a dos personas que abandonaban el lugar, una de ellas requerida por delitos contra la propiedad, por lo que ha sido detenida.

Un emblema hotelero en el limbo

El hotel Sidi Saler, en Valencia, cerró en enero de 2011, eran 80 trabajadores y 35 años de historia que tuvieron que dejarse atrás porque ya no había dinero. Un hotel de lujo con instalaciones de 5 estrellas.

Actualmente, la gran mayoría de las 272 habitaciones repartidas en 6 plantas, están ocupadas por personas sin hogar. Por eso este complejo ha sido noticia, estos últimos días, después de varias denuncias por la okupación ilegal de dichas habitaciones, que llevan abandonadas 13 años.

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Actual estado de las habitaciones del hotel Sidi Saler

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Búsqueda de soluciones

El Ayuntamiento de València estudia, junto con la Conselleria de Medio Ambiente y la propiedad del hotel, la futura posibilidad de reabrir este establecimiento turístico, con la condición de que se encuentre dentro de un proyecto "sostenible, económico y ambiental".

El concejal de Urbanismo, Juan Giner, ya está analizando y buscando qué tipo de proyecto se podría llevar a cabo, ajustándose a la “legislación actual”. El impacto ambiental es esencial y obliga a actuar rápido porque “el estado actual de degradación no es bueno ni para el medio ambiente ni para la Devesa”.

Hace un mes, en julio, María José Catalá, la alcaldesa de València, ya anunció que su equipo de gobierno descartaba la "absoluta demolición" del antiguo edificio, abogando por convertir el inmueble en un edificio "sostenible que cuide su entorno".

En este sentido, venimos de un contexto marcado por problemas judiciales. Hace unos años, hubo un intento de rescatar y poner de nuevo a flote este hotel, sin embargo, el ayuntamiento denegó la licencia de actividad.

En consecuencia, la propiedad presentó dos pleitos en la sección de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. Ambos están pendientes de sentencia y podrían llegar a lo largo de 2025.