Así te pueden robar con el código QR

La Policía Nacional ha lanzado una advertencia a través de sus redes sociales, alertando a la población sobre los riesgos potenciales relacionados con el uso de códigos QR en bares y restaurantes. La pandemia de COVID-19 ha transformado la forma en que consumimos servicios, y esto ha llevado a una adaptación generalizada en la industria de la hostelería, donde las cartas impresas han sido reemplazadas por códigos QR que los clientes escanean con sus teléfonos móviles para acceder a los menús en línea.

Sin embargo, detrás de esta conveniencia se oculta un riesgo significativo: la posibilidad de ser víctima de una estafa. Estas pegatinas redirigen a los usuarios a sus propios programas espía o a formularios diseñados para robar datos sensibles, incluyendo información bancaria. La estafa puede llevar a los usuarios a una web maliciosa o, peor aún, a infectar sus dispositivos con virus.

A través del canal oficial de la policía en Tik Tok hicieron el siguiente llamamiento:

"Si te encuentras con un código QR en un bar o cafetería, asegúrate de que no es una pegatina que cubre el QR original antes de escanearlo".

TRAMPA

Para evitar caer en una trampa, se recomienda a los consumidores verificar la autenticidad de los códigos QR en los establecimientos. Además, si ya se ha escaneado un código QR y se abre una página web que parece sospechosa o solicita datos personales, se aconseja cerrarla inmediatamente.

ADVERTENCIAS

La Policía también advierte que muchas de estas estafas presentan señales de advertencia, como errores de ortografía y otros elementos sospechosos en las páginas web fraudulentas.

Además, como medida adicional de seguridad, se insta a los usuarios a considerar la instalación de programas de protección en sus dispositivos móviles que puedan detectar y prevenir ataques cibernéticos.

En resumen, la Policía Nacional llama a la precaución y al escrutinio al utilizar códigos QR en lugares públicos, ya que la comodidad de los menús digitales en los restaurantes puede conllevar riesgos potenciales para la seguridad de los consumidores.