Se cumplen seis meses del socavón de la carretera entre Cáceres y Badajoz: "Todo sigue igual"
Afectados cuentan a COPE que, en ocasiones, pierden más de 15 minutos en los semáforos que regulan el tráfico y el Gobierno de España sigue sin dar fechas para el fin de las obras
Mérida - Publicado el - Actualizado
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"Se ve que hay gente trabajando, pero se podría estar trabajando más rápidamente. Sólo ves a dos o tres operarios en cada punto". Es lo que ha contado en COPE Javi, maestro cacereño que cada día tiene que viajar hasta La Roca de la Sierra por trabajo. Es lo que se encuentra cada día en el kilómetro 45 de la N-523 donde está el socavón causado por las tormentas de la borrasca Efraín del pasado 13 de diciembre.
Este martes se cumplen seis meses desde que las tormentas produjeran esos daños. Tiempo en el que los extremeños han visto cómo se ha solucionado otro socavón en una carretera de Pontevedra en poco más de un mes.
Angélica, otra docente cacereña, también tiene que viajar por esa carretera todos los días y apunta en declaraciones a COPE Cáceres que "es un viaje tedioso. A veces los semáforos te hacen perder hasta 15 minutos". Porque, en ese punto, unos semáforos regulan el tráfico para dar paso de forma alternativa a los viajeros que circulan sentido Badajoz o Cáceres entre La Roca y Puebla de Obando.
Esto también suponen importantes pérdidas para los negocios de la zona. Luis regenta el restaurante Los Sauces, el más cercano al socavón y ha señalado en declaraciones a COPE Badajoz que "aquí prácticamente todo esta igual, pero tráfico creo que cada vez hay menos porque nos han puesto otro semáforo más en un puente adicional que está cerca del restaurante".
"Parece que después de seis meses se han dado cuenta de que había otro puente aquí estropeado", ha criticado.
Además, ha explicado que durante los 90 kilómetros que separan Cáceres y Badajoz a través de la N-523 "se pierden 6 ó 7 minutos en cuantro puntos" donde los conductores tienen que pararse, bien por los trabajos o por el paso alternativo del otro sentido. "La gente pierde mucho tiempo", ha concluido.
EL GOBIERNO: "LAS OBRAS VAN A BUEN RITMO"
La N-523 es la carretera nacional que en Extremadura une de manera directa ambas capitales de provincia y desde hace seis meses espera una solución.
El delegado del Gobierno en Extremadura, Francisco Mendoza, ha señalado que las obras del puente que se está construyendo para salvar los daños causados por las tormentas "van a buen ritmo". Además, añadió a preguntas de los medios que "cuando haya una fecha real y cierta no seréis los primeros en saberlo, pero sí los segundos".
Delegación del Gobierno, tras estas declaraciones, enviaba a los medios un comunicado en el que explicaban los trabajos que se están realizando. En él, detallan que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, a través de la Dirección General de Carreteras, "ha movilizado y sigue movilizando todos los recursos económicos y humanos disponibles para la reparación de los daños en la carretera N-523 en Extremadura", causados por la borrasca Efraín del pasado 13 de diciembre. Unas actuaciones que califican como "complejas".
Además, han asegurado que el kilómetro 45 "se está ultimando la puesta en servicio del nuevo puente, que estará operativo, si no surgen imprevistos, en próximas semanas".
En cuanto al resto de trabajos, como los puentes adyacentes en los kilómetros 47 y 59, "se están disponiendo nuevos sistemas de contención, para lo cual es necesario el refuerzo de los anclajes existentes. Ello requiere previamente la hidrodemolición del tablero en esta zona para así reforzar el anclaje. Esto es lo que motiva los cortes del tráfico ya mencionados, ayudados con semáforos, para salvaguardar la seguridad tanto de los usuarios como de los trabajadores".