Comerciantes de Monte Alto (A Coruña) denuncian una oleada de robos derivada de los narcopisos
Piden mayor presión policial ante la impunidad con la que actúan los delincuentes
Coruña - Publicado el - Actualizado
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Comerciantes de Monte Alto, en A Coruña, denuncian una oleada de robos en establecimientos. El foco de esta delincuencia, señalan, está en varios narcopisos situados en la parte alta del barrio. El tráfico de drogas que había en el entorno de la Calle de la Torre y As Atochas se ha trasladado a la zona de la Avenida de Hércules, con cuatro o cinco viviendas con inquilinos ilegales. Y ese trapicheo se traduce en el aumento de la delincuencia, algo que notan en los establecimientos de la zona.
Robos continuos
Javier es el propietario de una tienda de electrodomésticos de la avenida de Hércules y en los últimos días le plantó cara a uno de los cacos que le estaba robando una afeitadora con la tienda llena de gente. “Como ya vi cómo venía, lo dejé un poco a hacer”. Mientras atendía a la clientela, tenía la mirada puesta en las cámaras y pudo ver cómo el hombre metía en una bolsa el electrodoméstico, que le obligó a dejar después de hablar con él y echarlo de la tienda.
Pero este no ha sido un hecho aislado. En las últimas semanas, cuenta, “a uno de los negocios de aquí del barrio, que es una tienda de dulces, a esa chica le rompieron la luna del escaparate”. Según cuenta, “la gota casi que colma el vaso” fue hace unas dos semanas, cuando, en una peluquería “le reventaron la puerta y les entraron a robar” por la noche. Fue desde ese momento en el que decidieron “dar visibilidad a esto para que, a quien corresponda, empiece a tomar medidas”.
La impunidad de los delincuentes
Desde la asociación de vecinos y comerciantes de Monte Alto preparan un informe sobre la situación para dirigir a la Policía y el Ayuntamiento. El presidente de la entidad, José Luis Boado, incide en que la “agresividad” de los delincuentes ha aumentado. “Se han denunciado son robos ya con determinada violencia, ya no son hurtos, sino que son robos”, subraya. No solo entran “descaradamente” a las tiendas, sino que “vuelven a intentar robar, y esto ya da la sensación de que hay una impunidad por parte de los delincuentes en estos delitos”.
Como ejemplo de esa impunidad está el robo de plantas en uno de los comercios de ropa. Las macetas aparecieron después delante de uno de los narcopisos, situado en la Calle Washington. “Fue un descaro total”, dice. Como respuesta, en la tienda colocaron un mensaje en su pizarra. “Por favor, riega las plantas que me robaste, gracias”.
Preocupación por la gente mayor
La preocupación no es solo por el comercio, sino porque los delincuentes aborden a la gente que camina por la calle. “Este es un barrio donde vive muchísima gente mayor, y vive mucha gente sola, y al final esa gente también está un poco desamparada”, resalta Javier. Cuenta que “yo tengo aquí al lado del negocio una sucursal de Abanca y a veces me da miedo ver la gente mayor, la pobre, en los cajeros sacando dinero, que no sabes quién se le puede pasar alrededor y que le pueda causar un percance”. “Yo puedo plantar cara, pero un abuelo... qué cara va a plantar el pobre”, concluye.
Por eso, la petición es de mayor vigilancia policial. “Que la policía controle esos pisos, esas zonas, que identifique a la gente, que haga una presión policial”, afirma Boado. Han visto que “cuando en la calle de La Torre se aumentó la presencia policial y el control identificativo de esta gente, ha bajado la intensidad” de los delitos