Desalojo voluntario de un edificio okupado en la calle Orzán
Una empresa especializada en desocupación pactó la salida de los seis inquilinos
Coruña - Publicado el - Actualizado
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Los okupas de un edificio de la Calle Orzán, en A Coruña, han dejado voluntariamente el inmueble la mañana de este viernes. Seis personas vivían en el edificio, situado en el número 114 de la vía, desde hace unos dos años. Mientras los dos últimos recogían sus enseres, los obreros comenzaban los trabajos para tapiarlo.
Fue un desalojo pacífico y voluntario, supervisado por un vigilante de seguridad que se encargará de que no entre nadie más hasta que no se tapie completamente el inmueble. Fran Fernández, el responsable de la empresa de desocupación que llevó los trabajos, ha aclarado que los inquilinos “han cooperado” para el abandono del inmueble. “Se les ha ofrecido ayuda”, asegura, en referencia a la situación social de los moradores.
PROPIEDAD DE LA COCINA ECONÓMICA
Ha sido una decisión muy meditada y dura para la Cocina Económica, la propietaria del edificio, pero que tomaron para garantizar la seguridad, en el barrio y para los propios moradores. El inmueble, de dos plantas y buhardilla, está cubierto por una lona y en muy mal estado, con la galería reforzada y un balcón de hierro a punto de caer.
Para la entidad es “un día triste”, explica su administrador, Óscar Castro. “Este circo mediático no lo pretendíamos para nada porque es bastante duro para la institución tener que tomar estas medidas de denuncia y menos contra personas que están en exclusión social”, declaró a COPE Coruña.
DOS AÑOS DE PROCESO JUDICIAL
La entidad había denunciado la intrusión, pero la lentitud de la justicia hizo que tuvieran que optar por otra vía. Castro justifica que se puso “en una balanza” el riesgo que conllevaba mantener a la gente dentro del edificio ruinoso. Señala que llevaban “dos años en proceso” y “las quejas en el barrio eran continuas”, por lo que determinaron que la mejor forma de proceder era “hacerlo en unas condiciones de seguridad” que, con el proceso judicial, podrían tardar años en llegar.
Los seis ocupantes firmaron un acuerdo de salida voluntaria y ahora se acogerán a otros recursos, ya legales, según la Cocina Económica, que ha estado dialogando con ellos en todo momento. Ahora, serán las personas asociadas a la entidad benéfica las que decidan el destino del edificio desocupado y del solar contiguo, también de su propiedad. La idea inicial de la Cocina es ampliar sus instalaciones y servicios en estos inmuebles.
PROBLEMAS EN EL ENTORNO
Las personas que estaban dentro no eran conflictivas, según relatan os comerciantes del entorno. El problema era lo que se generaba alrededor, asociado al consumo de alcohol u otras sustancias. “A mí nunca me molestaron”, declaró una mujer que seguía los movimientos desde un local contiguo, aunque reconoce que “el foco que había no era muy agradable”.
Un hostelero de la zona apunta a “bastante descontrol”, sobre todo por la noche y a primera hora de la mañana, con “movimientos que nos podemos imaginar”. Relata que, hace unos días, un hombre se desmayó delante de su local, pero rechazó su ayuda.