Los menores implicados en el asesinato de Samuel Luiz evitan reconocer al resto de acusados: "No recuerdo"

La Audiencia Provincial de A Coruña ha acogido este jueves la séptima jornada del juicio por el asesinato de Samuel Luiz. Esta jornada la atención estaba puesta en la declaración de los dos menores implicados en la brutal paliza. Han declarado como testigos y su testimonio se ha limitado a la participación de los procesados mayores de edad que se enjuician. 

Los dos jóvenes ya han pasado su propio proceso ante la fiscal de menores, ya que en el momento de la agresión tenían 16 y 17 años. Los jóvenes están cumpliendo una pena de internamiento de tres años y medio en régimen cerrado. Tras reconocer los hechos, se llegó a un acuerdo de conformidad entre todas las partes y está previsto que la medida finalice en enero.

Ambos eran amigos o conocían a alguno de los acusados antes de la fatal paliza. Su papel habría sido determinante en la agresión, tal y como ha quedado constatado en las diferentes sesiones del juicio. Uno de ellos llevaría un kubotan, un arma punzante de defensa personal cuyas heridas coinciden con heridas que presentaba el cuerpo de Samuel.

LO ÚNICO QUE RECUERDAN ES HABER BEBIDO

Los jóvenes han prestado declaración por videollamada, desde el centro de menores. El primero en declarar, Marco, aseguró que llegó al paseo cuando la pelea ya había comenzado: "Yo a esa trifulca llego tarde y me voy antes de que acabe, entonces no sé adónde llegó". Sí exculpa directamente a Alejandro Míguez, con el que llegó al lugar y con el que se marchó para atender la situación que estaba viviendo una amiga. "A Alejandro Miguez yo no recuerdo, al menos, verle hacer nada", declaró ante la fiscal.

A la pregunta de abogados de la defensa, también exculpó a otros dos acusados, Kaio Amaral y Cathy, a los que no vio dar ningún golpe esa noche. "No vi nada", comentó respecto del primero.

Reconoció que "me acuerdo de muy pocas de ese día" aunque sí fue capaz de recordar lo que habían bebido antes, "whisky con Red Bull". Ni siquiera fue capaz de confirmar datos básicos personales, y así le dijo a la fiscal que "no recuerdo mi número de teléfono", el que tenía en el momento de los hechos. Igualmente, evitó confirmar la existencia de un grupo de WhatsApp en el que los implicados quedarían para unificar versiones después de la pelea o si Diego Montaña lo instó a borrar todas las conversaciones. Según su relato, se enteró de la muerte de Samuel "al día siguiente, por un mensaje".

El segundo de los menores, David, declaró también por videollamada, con todavía más lagunas en el relato. "No recuerdo" fue la frase más repetida después de asegurar que cuando llegó al paseo que vio "de todo. Había gente corriendo, muchas voces...". Sin embargo, no se acordaba de haber visto ninguna patada ni golpe.

"era un maricón de mierda"

Esta jornada han declarado también tres testigos, dos chicas y un chico que se cruzaron con Diego Montaña y Cathy Silva en la avenida de Linares Rivas, después del asesinato. Los vieron discutir airadamente y les preguntaron porque "pensábamos que era un caso de violencia de género", dijo una de las integrantes del grupo.

"Decía que le daba igual, que era un maricón de mierda"

Una testigo que oyó hablar a Diego Montaña

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Al ver que seguían discutiendo, decidieron seguirlos hasta el Parque Europa, hasta que comenzó a llegar más gente y sintieron que podrían correr peligro. Todos escucharon cómo Diego se refería a Samuel con expresiones homófobas: "decía que le daba igual, que era un maricón de mierda", comentó una de ellas. 

Las dos chicas coincidieron en que el joven tenía una "mancha de sangre" en la camiseta. Ninguno de los integrantes pudo identificar en la sala a Diego y Cathy pero sí lo hicieron en las rondas iniciales de reconocimiento.

DESARROLLO DEL JUICIO

La vista oral continuará el lunes con la declaración de más testigos, entre otros, del padre de Samuel Luiz. Inicialmente, estaba previsto que también interviniese la madre pero las partes han renunciado a su testimonio.