La desesperación de un empresario de pimientos de Padrón: "Así es imposible competir"
José Manuel Ferro forma parte de la tercera generación de pementeiros de Herbón (Padrón). Señala la gran incertidumbre que azota a quien quiere trabajar en el campo
Santiago - Publicado el - Actualizado
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No todo pimiento de Padrón es Pimiento de Herbón. El de Herbón tiene una Denominación de Origen que lo ampara y que certifica su calidad. El verdadero pimiento de Herbón solo podrás encontrarlo en el mercado de mayo a octubre.
El cultivo de esta variedad “se hace siguiendo las prácticas tradicionales que permiten obtener un producto diferenciado. Los agricultores realizan una cuidadosa selección de los mejores frutos de cuyas semillas obtendrán las futuras plantas”. Según indican desde la propia D.O.
¿Cómo y cuándo empezó a cultivarse el pimiento de Herbón? El inicio en Galicia se asocia a las semillas traídas desde el estado mexicano de Tabasco por los monjes Franciscanos al convento de Herbón, que pertenece al municipio de Padrón, en el Siglo XVII.
Hablar del pimiento de Padrón es, entonces, hablar de la historia de la localidad. Durante años, familias de este ayuntamiento vieron en el cultivo del producto una forma de vida. Aún hoy en día sigue siendo así, aunque de una manera más profesionalizada. Si bien, cada vez es más difícil vivir de esto. Nos lo confiesa José Manuel Ferro, tercera generación de pementeiros y empresario innovador.
EN FEBRERO, ¿YA SE VENDEN PIMIENTOS DE PADRÓN?
Vivir del campo, con todo, es muy sacrificado. Nos lo confiesa el propio Ferro. Es difícil competir, a pesar de que su producto esté tan bien considerado y goce de gran popularidad entre la población de Galicia y más allá: oro verde y con sello de “Galicia Calidade”.
El verdadero pemento de Herbón solo se comercializa de mayo a octubre, pero eso no significa que no haya ya todo el año pimiento de Padrón, pero: “No es lo mismo. Tú eres de aquí y te das cuenta, el turista… no”.
José Manuel asegura que se vive con mucha incertidumbre y que tienen una dura competencia de producto que llega de fuera: “Sobrevivir una familia es muy difícil. A mí me lo dejaron todo hecho, si tuviera que hacer yo la inversión… no compensa. En el mercado, en mayo, los primeros pimientos de Herbón sale la bolsa (unos 400 gramos) a seis euros, pero te encuentras los de Marruecos o los de Portugal… el kilo a 2 euros”.
CARMUCHA, ADIÓS A UNA INSTITUCIÓN DEL PIMIENTO
Ferro pertenece a la tercera generación de una familia de pementeiros. Su abuela se dedicó ya desde niña al cultivo y venta de pimientos, así que su historia se remonta a más de 80 años atrás. Carmucha era una institución en Padrón. Falleció en este 2024 a los 107 años de edad, causando gran pesar en la villa padronesa: “Con 11 años trabajaba, era la mayor de los hermanos y ya iba a vender a Santiago o a Vigo… no venía para casa hasta acabar la cosecha. Era buena… con ella no te faltaba palabra o pan. Tuvo tres hijos y nos fue metiendo a todos el gusanillo del pimiento”.
Con todo, ahora, José Manuel ve difícil el relevo. ¿Qué pasará con la marca? No lo sabe, pero la cosa está difícil: Ellos han trabajado por diversificarse, además de pimientos, venden confitura o pimentón, pero sus hijos tienen otros trabajos y otra vida.