Las familias de un colegio de Santiago pactan no comprar móviles a sus hijos de 1º de la ESO "para reducir la presión social"
El objetivo de esta iniciativa es bajar el número de estudiantes de La Salle que tienen acceso a internet desde sus smartphones que pasa del 10% al acabar Primaria, al 99% al comenzar Secundaria
Santiago - Publicado el
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En medio del debate sobre cuál es la edad idónea para que los jóvenes tengan acceso a internet desde sus teléfonos móviles, que algunos expertos sitúan en no menos de 14 años, aunque incluso países como Australia prohibiendo por ley el acceso a las redes sociales antes de los 16, los padres y las madres del Colegio La Salle de Santiago han llegado a un pacto para que los jóvenes que cursarán en año que viene 1º de la ESO no tengan esos dispositivos.
Y para ello han decidido pactar la propuesta de que no se les compren esos dispositivos, o al menos no se haga con acceso a datos, para intentar reducir la presión social que en muchas ocasiones es lo que determina que una familia se decida a comprar un smartphone a niños y niñas antes de los 12 años.
Nos los cuenta Fernando Rodríguez de la Torre, miembro de la Asociación de Madres y Padres (AMPA) del colegio La Salle de Santiago, tras detectarse que si bien en 6º de Primaria el porcentaje de alumnos en este centro con teléfono móvil es de apenas el 10%, "éste se dispara al 99% en el primer curso de la ESO", reflejando el momento en el que la mayor parte de las familias toma la decisión de entregar estos dispositivos a sus hijos, dotándolos de acceso a datos e internet.
Y sacar así a las familias la presión social que tienen y que les lleva a comprar un teléfono móvil a sus hijos "porque todo el mundo lo tiene"
Como explica Fernando, "desde el AMPA de La Salle llevamos unos 4 años formando a los padres en nuevas tecnologías para que hablen el mismo lenguaje que sus hijos cuando se hable de Internet o redes sociales", aunque lo que les ha decidido a tomar la decisión de proponer ahora un pacto a las familias para que retrasen el momento de la compra de ese dispositivo es "la publicación de los resultados de dos iniciativas similares que desde hace un par de años se están llevando a cabo en centros del País Vasco y Cataluña y cuyos resultados son muy buenos".
Y que se resumen en que en los dos años con ese pacto entre padres en marcha, en esos centros se ha reducido de un 70 a un 30 % el porcentaje de alumnos de 1º de la ESO con móvil, "lo que hace que la mayoría social cambie, porque es la minoría quien lo tiene; y eso nos da herramientas a los padres para retrasar la edad de acceso a los móviles". Lo que, a su entender," al final va en favor de nuestros hijos e hijas"
RETRASAR LA EDAD DE ACCESO NO garantiza mayor seguridad de los menores
Una opinión que no comparte en su totalidad la presidenta de la Federación de asociación de Nais e Pais (FANPA) Compostela, Esther Martínez que, respetando en todo momento la decisión de las familias del colegio La Salle, sí cree que "antes o después van a tener un móvil o van a tener acceso a esos contenidos desde otros dispositivos", por lo que apuesta porque el pale de las familias sea el de "reclamar que el alumnado tenga formación para que tenga las competencias suficientes para poder y saber gestionar el momento en el que progresivamente vayan entrando en el uso de estos móviles y dispositivos".
Y es que la voluntad de los padres y madres La Salle se puede encontrar con la realidad de que sus hijos puedan acceder a los contenidos que pretenden evitar desde los dispositivos de otros compañeros o amigos en otras actividades fuera del colegio. Algo de lo que son plenamente conscientes aunque, como asegura Fernando Rodríguez de la Torre, "esto tiene que se run proyecto va más allá de un centro, debería ser una conciencia de sociedad para tomar una decisión conjunta, sea legislada o sea de los padres, para reflexionar sobre el uso de las tecnologías sin control por parte de los menores".