Agromuralla, nacida en las tractoradas de 2015, reúne hoy a 400 socios de Lugo y A Coruña
Celebra su asamblea general en la capital lucense
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La asociación de ganaderos Agromuralla, que nació después de la histórica tractorada de finales de 2015, cuando cerca de mil tractores rodearon durante días la Muralla romana de la capital lucense, cumple cuatro años con la celebración hoy de una asamblea general en la que espera reunir a sus cuatrocientos socios de las provincias de Lugo y A Coruña.
Este colectivo, que surgió de forma espontánea a raíz del difícil momento que estaba atravesando el sector lácteo gallego en el año 2015 -lo que desembocó en unas tractoradas históricas en la ciudad de Lugo-, asegura que sigue firme en su intención de mantener la defensa del sector “frente a los abusos” de las industrias y cadenas de distribución.
Agromuralla informa de que este colectivo, “surgido de la unión de los productores de leche que rodearon la muralla de Lugo con sus tractores en septiembre y diciembre de 2015”, sigue estando formado “exclusivamente por ganaderos” que defienden los intereses del sector frente a “a la pasividad de las administración en muchos de los problemas que afectan al mundo agroganadero”.
Presidida por Roberto López, la asociación cuenta en estos momentos con representación “en las principales comarcas y municipios productores de leche de Galicia” y defiende su “absoluta independencia a la hora de velar por los intereses de los ganaderos”.
Celebra hoy su asamblea general, un encuentro en el que los socios harán balance de la situación del sector, con especial incidencia en aquellos problemas que motivaron las “tractoradas de 2015 y los cambios que se han producido desde entonces”.
Reconoce este colectivo que los ganaderos se enfrentan en este momento a “incertidumbres, como las nuevas exigencias mediambientales en el uso del purín o la liberalización del sector tras el final de las cuotas lácteas, que provoca oscilaciones de precio a la baja”.
También preocupan los daños provocados por la fauna salvaje, la subida del gasóleo y de la energía eléctrica o la falta de relevo generacional.