Un danés llega a Vigo y alucina por cómo visten los vecinos con el tiempo que hace: "Los españoles son diferentes"
El choque cultural para un extranjero acostumbrado al frío cuando va al norte de España y se encuentra una temperatura templada en pleno otoño es brutal, pero más aún ver que se abriguen tanto
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En un video viral que ha circulado rápidamente por TikTok, un danés ha compartido su asombro y diversión al llegar a Vigo, en el norte de España, durante el otoño. El joven, identificado como Gustav, no pudo evitar destacar lo que para él resultó ser un choque cultural absoluto: la forma en que los vecinos de la ciudad gallega se visten cuando, a su juicio, la temperatura aún parece bastante templada.
Mientras que para él, acostumbrado al frío de Dinamarca, 24 grados centígrados serían perfectos para una camiseta de manga corta, los españoles parecían abrigarse como si estuvieran en pleno invierno. "Los españoles son diferentes", comenta Gustav en el video, donde se le puede ver, entre risas, mirando a su alrededor mientras observa el inusual vestuario de los locales.
El contraste cultural que ha capturado Gustav no es nuevo, y es que el comportamiento con respecto al clima varía enormemente según las regiones y las costumbres locales. Mientras que en muchos países del norte de Europa, como Dinamarca, los cambios de temperatura son tan pronunciados que las personas suelen estar más preparadas para el frío, en muchas zonas de España, especialmente en el norte, se observa una mayor sensibilidad a las temperaturas frescas, lo que lleva a las personas a vestirse de manera mucho más abrigada que lo que uno podría esperar a simple vista.
Vigo, con su clima atlántico, tiene inviernos suaves pero lluviosos y veranos frescos, lo que genera un ambiente de temperaturas moderadas durante gran parte del año. En pleno otoño, cuando la temperatura promedio ronda los 15 o 16 grados, muchos españoles, especialmente en el norte, tienden a abrigarse más de lo que un extranjero podría considerar necesario.
Un danés llega a Vigo
La lluvia constante y la humedad del mar pueden hacer que incluso un día templado se perciba como frío, y en Galicia, la costumbre es vestirse en capas, por lo que un simple suéter, bufanda y abrigo no son elementos inusuales en este periodo del año.
Gustav, con su experiencia danesa, se encuentra en un dilema al ver cómo las personas que le rodean en Vigo llevan prendas más gruesas de lo que él hubiera imaginado. Para alguien que vive en un país donde las temperaturas invernales pueden llegar a ser bajo cero, la idea de ponerse tanto abrigo con 16 grados es difícil de comprender. Sin embargo, este fenómeno es una manifestación clara de cómo las percepciones sobre la temperatura y las costumbres relacionadas con el clima pueden diferir drásticamente entre culturas.
Lo interesante de este video viral no solo es el asombro de Gustav ante la forma de vestir de los gallegos, sino también el hecho de que resalta un aspecto fascinante de la vida cotidiana: cómo el clima y la cultura se fusionan para crear hábitos que, para un extranjero, pueden resultar desconcertantes. Para los daneses, acostumbrados a lidiar con un clima mucho más frío y a usar prendas de abrigo pesadas incluso cuando las temperaturas son frescas, ver a los españoles en el norte con bufandas, abrigos gruesos y botas largas es casi surrealista.
Más allá de la anécdota cómica, este choque cultural revela un aspecto fascinante de la convivencia entre el clima y las tradiciones de cada lugar. Mientras que los daneses, acostumbrados a un clima muy frío, son menos susceptibles al frío en general, los españoles del norte, y particularmente en Galicia, parecen tener una relación distinta con las temperaturas frescas. Esta tendencia a abrigarse es una forma de protegerse no solo del frío, sino también de la constante humedad que acompaña al clima de la región.
Cómo visten los vecinos
A pesar de las risas, Gustav concluye en su video que, en definitiva, "los españoles son diferentes", y, aunque el choque cultural inicial le haya sorprendido, también ha aprendido a valorar esas pequeñas diferencias que hacen que cada cultura sea única.
Este tipo de historias son las que nos recuerdan que los viajes, más allá de los destinos turísticos, nos brindan la oportunidad de descubrir y entender mejor las costumbres de otras culturas. A veces, las sorpresas más grandes pueden encontrarse en las cosas más simples, como el abrigo que uno elige usar frente a un cambio de estación. Para Gustav, sin duda, su experiencia en Vigo será una de esas historias que recordará con una sonrisa y un buen recuerdo del contraste cultural entre el norte de Europa y el sur de Europa.