Así afecta a tu comunidad de vecinos el cambio en la normativa de ascensores: a partir del 1 de julio

El próximo 1 de julio entra en vigor una nueva normativa, que es una exigencia de Europa, y que incluirá cambios significativos en la actual legislación en términos de seguridad, mantenimiento e inspección. Este cambio está impulsado por la necesidad de actualizar las normativas existentes y mejorar la seguridad de los ascensores en nuestro país, ya que un gran porcentaje lleva más de 30 años en funcionamiento.

Desde ya, las comunidades de vecinos que cuenten con un ascensor en su edificio deben asumir nuevas responsabilidades. En primer lugar, deben asegurarse de que sus ascensores cumplen con los nuevos estándares antes de ese 1 de julio para evitar sanciones y la posible inmovilización de los mismos. Asimismo, las comunidades tendrán que coordinar con empresas de mantenimiento certificadas la realización de revisiones periódicas que funcionarán como una especie de "ITV para ascensores". Hasta el momento, eran las propias empresas instaladoras las que se encargaban de revisar periódicamente nuestros ascensores para evitar fallos mecánicos o de seguridad.

Un nuevo sistema de pegatinas

Cada empresa usaba su propia pegatina o emblema, pero esto ya no será así en el futuro próximo. En pocas semanas se pondrá en marcha un sistema de pegatinas, al estilo de las que se utilizan para la Inspección Técnica de Vehículos, que determinarán el estado adecuado o inadecuado de nuestro ascensor.

Como nos contaba Ángeles Ríos, presidenta de la Asociación Empresarial Gallega de Ascensores, "si durante la revisión el técnico no encuentra ningún fallo, colocará una pegatina verde" que certificará que nuestro ascensor está en buenas condiciones. Por el contrario, si el técnico encuentra algún defecto, colocará una pegatina de color naranja y la comunidad tendrá un periodo de tiempo determinado en la propia normativa para contratar su reparación.

Sin embargo, si halla un defecto grave, el técnico colocará una pegatina roja que significa que ese ascensor no puede seguir funcionando. De hecho, estará obligado a paralizarlo por motivos de seguridad y solo podrá ser reactivado en el caso de que supere una supervisión posterior tras afrontar esa reparación.

Importantes gastos para las comunidades

Esta paralización, cuenta Ángeles Ríos, supondrá un desafío para muchas comunidades que tendrán que afrontar importantes gastos. En el caso de defectos leves, "las reparaciones pueden rondar los 300 euros", pero si hablamos de defectos graves, "estaríamos hablando de reparaciones muy cuantiosas que muchas veces obligan a realizar obras en la estructura del edificio por lo que podríamos estar hablando de 20 o 30.000 euros", aunque la cuantía dependerá de muchos factores.

En resumen, esta nueva normativa de ascensores en España implantará un nuevo protocolo de revisión, más homogéneo y exigente, que tiene como meta mejorar su seguridad y la de sus usuarios.