Un policía intercepta a un ladrón que robó un coche con una familia dentro en Vigo

Vigo tiene un nuevo héroe de uniforme, concretamente de la Policía Nacional, aunque cuando evitó que una familia fuese secuestrada no estaba de servicio y vestía de paisano. Se trata del oficial Rivas, quien intervino con pericia y decisión en el momento más oportuno.

Sucedió ayer en Vigo, concretamente en el cruce de Peniche, donde un padre salió de su vehículo para hacer un recado dejando a su pareja y a sus dos hijos en su interior, uno de cuatro años y otro de dos meses. En el coche dejó las llaves puestas y el ladrón, que llevaba gorra y mascarilla, se introdujo en el vehículo con un arma blanca y se fue conduciendo con la familia dentro.

La persecución

"Fue algo inesperado. Yo iba con la moto circulando y en el cruce de Peniche estaba parado en el semáforo. Entonces empiezo a escuchar cómo un vehículo detrás de mí comienza a derrapar con los neumáticos, y ya lo veo por el retrovisor cómo de repente acelera a toda velocidad y  me rebasa por el carril bus y se salta el semáforo en rojo", ha narrado en COPE el oficial Rivas. "En ese momento un joven salía a la carrera tras el coche gritando: ¡está secuestrando a mi familia, se llevan a mi mujer y a mis hijos! En ese momento arranqué la moto, me puse detrás del coche para perseguirle y conseguí darle alcance en la calle Tomás Alonso", continúa.

Cuando eso sucedió, el agente de paisano vio que el ladrón "estaba forcejeando con el cuchillo dentro del coche", y aunque confiesa que no sabía con exactitud qué estaba pasando en el interior del vehículo sí vio que había una mujer con un bebé en su regazo y que un hombre les amenazaba con el cuchillo. 

LA DETENCIÓN

El agente se dirigió entonces al vehículo, abrió la puerta y forcejeó con el secuestrador hasta desarmarlo. En ese momento, un ciudadano que pasaba por allí llamó al 091 y en cuestión de minutos un indicativo de la Policía Nacional estaba en el punto para detener al secuestrador y ladrón, para quien el juez ya ha decretado prisión provisional.

"La mujer estaba muy nerviosa porque la había pinchado con el cuchillo, pero sin llegar a causarle lesiones, y había amenazado también al bebé que llevaba en brazos. En ese momento fue cuando yo pude aprovechar para abrir la puerta del coche y sacarlo, que era cuando él les estaba amenazando con el arma blanca", relata el oficial Rivas.

satisfacción personal

Este policía no sabe si existía o no relación entre el secuestrados y las víctimas, ni si aquel era consciente de que el coche estaba lleno de gente cuando decidió sentarse al volante y salir pitando, sólo sabe que vio a "un padre desesperado" pidiendo ayuda, por lo que le echó una mano.

Ahora, confiesa que siente una "especial satisfacción por esa familia", que además le agradeció calurosamente su intervención. "Para mí, la verdad, es la mayor satisfacción que me lo pudiesen agradecer allí. Que todos se encontrasen bien. Y que finalmente todo tuvo un buen final", concluye.