Rudy Fernández: "Seguro que haremos algo bonito en el baloncesto de las islas"

Es difícil hacer algo que no se haya hecho ya, decir algo que no se haya dicho, homenajear sin aburrir, sin caer en la zalamería insustancial. Para que no sea así, una buena manera es volver a la esencia, a lo auténtico del deporte. Una pista, unas canastas, y decenas de pequeños, de familias que quieren el baloncesto, que admiran a un referente como Rodolfo Fernández Tarrés.

Que alguien que ha salido del lugar, Sant Josep Obrer, y ha llevado a cabo un recorrido tan importante en el deporte como ha hecho Rudy Fernández, vuelva para reencontrarse con las nuevas generaciones, los chavales que tienen esa ilusión por jugar que tenía él, ese encuentro intergeneracional es lo que emocionó a Rudy y su familia, y también a los presentes.

El homenaje institucional esta vez no fue tal cosa, fue un reencuentro, propiciado por el Govern y la Federación Balear sí, pero un homenaje de la gente. A Rudy se le vio emocionado desde el primer momento de poder chocar las manos con las familias presentes en esa grada del pabellón de Sant Josep Obrer. Acompañado por unos chicos y chicas que juegan allí como hacía él, entre ellos una niña con la que Rudy tiene una relación especial, ya que en un momento difícil de su vida acudió a un partido de España, Rudy Fernández y Sergi Llull le regalaron una camiseta y se fotografiaron con ella. Ayer cerraban de alguna forma el círculo.

Estaba acompañado Rudy de los suyos, su mujer Helen Lindes y su madre Maite, estaba su consejero de toda la vida, el agente David Carro, y estaban sus compañeros desde los primeros años, San Emeterio o Matemalas. Había mucha gente de los que le acompañaron o entrenaron en sus primeros años. Estuvieron presentes el Obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, presidió Marga Prohens, presidenta del Govern Balear, además del presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés y el alcalde de Palma, Jaime Martínez. Además, el presidente de la Federación Balear de baloncesto Juanjo Talens.

"Qué poco ha cambiado el pabellón" decía Rudy con una sonrisa, recordaba "cuántas veces tuve que quedarme a dejar bandejas con la izquierda para poder acabar el entrenamiento". Nada es casual, el talento debe estar, pero el talento se moldea, y la mentalidad también. 

Rudy siempre se hizo más fuerte ante cada adversidad, de un niño al que le había venido rodado todo por su facilidad para el baloncesto, a las dificultades de un salto a la NBA, el reencuentro consigo mismo en el Real Madrid, la pérdida de su padre en la recta final de su carrera, todo lo que ha significado en España, capitán, bicampeón mundial, tetracampeón europeo, doble plata olímpica ante EEUU en los mejores partidos de la historia de España, bronce Mundial, récord mundial de seis JJOO. Con el Real Madrid tres Euroligas y así podríamos seguir.

¿Y ahora?

En conversación con Deportes Cope Baleares, Rudy Fernández afirma que lo primero es la familia ahora, disfrutar de los suyos y su próxima nueva paternidad. Después Dios dirá, pero tiene ganas de volver al baloncesto aunque ya no en la pista.

 El mallorquín tiene claro que no quiere ser entrenador según afirma en COPE, pero que sí quiere implicarse en algún proyecto de baloncesto en casa. "Me siento muy afortunado pero ahora vienen momentos importantes de poder estar con la familia y estar más con ellos. Me gustaría estar siempre vinculado al baloncesto y a las islas, seguro que haremos cosas bonitas juntos. Pero fuera, dentro de la pista ya no, como técnico no, nunca me ha llamado porque sería volver a la misma rutina de antes. Pero sí seguir vinculado al deporte".