Emiliano Matesanz: "Cuando estás en Sierra Leona, lo que haces es insignificante pero a uno le hace muy bien"
'Lila, juegos reciclados' recibirá la "P" de Popular por ayudar a jóvenes que deambulan por las calles de Sierra Leona y a su vez divertir y educar en valores a los más pequeños aquí en Mallorca
Mallorca - Publicado el - Actualizado
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Lila, juegos reciclados, es una pequeña compañía artística con sede en Mallorca que trabaja desde hace más de 10 años en la isla y quiere cambiar el mundo con espectáculos y juegos destinados a los mas pequeños.
Elaboran juegos con hierro y aluminio reciclados. Es característico su carrusel infantil, itinerante en espacios públicos, donde los más pequeños disfrutan a la vez que comprueban la segunda vida de los objetos y materiales que componen la estructura.
El carrusel gira manualmente con un mecanismo de bicicleta. El 25 % del caché de Lila va destinado al proyecto en Sierra Leona.
labor en sierra leona con jóvenes de la calle
Lila también desarrolla una extraordinaria labor en Sierra Leona, desde hace 7 años, en estrecha colaboración con los misioneros salesianos y las religiosas clarisas. Recuerdan que en las calles de Freetown viven más de 5000 niños, niñas y adolescentes en la más absoluta pobreza, la mayoría huérfanos. Emiliano Matesanz, fundador de "Lila, juegos reciclados", comenzó por casualidad a crear juguetes con material reciclado, por encargo. Del mismo modo, por casualidad, llegó a Sierra Leona de la mano de un misionero.
Allí ayudan a construir un taller-escuela para que los niños, niñas y jóvenes de la calle puedan integrarse en la sociedad, liberándose de la delincuencia o la prostitución. "Al principio fuimos a África para compartir alegría con los niños. Luego empezamos a unirnos y a soñar en grande para estos entrañables jóvenes. De la unión de nuestro saber hacer, su creatividad y sus ganas de salir adelante nacieron los talleres escolares".
"Más que una escuela, queremos que sea un hogar y que no tengan que volver a la calle. La mayoría de estos jóvenes no han ido a la escuela, es por eso que además de formarse en un oficio, aprenderán a leer y escribir los que lo necesiten. Les formamos en soldadura, carpintería, electricidad y construcción sin olvidar la parte artística y creativa en todo el proceso".
Su próximo proyecto es crear una planta de reciclaje de plásticos, junto a otro misionero, para recoger la gran cantidad de ese material que hay en el mar de esa zona, para convertirlo en ladrillos con los que construir casas en este país tan pobre. Asegura que aunque parece un infierno es un lugar que te atrapa. Emiliano reconoce "es una realidad difícil de entender pero que a quien va y se acerca le cambia la vida".