Una azafata de Mallorca que trabaja en un yate explota por lo que le pasa con el propietario: "Está pasando"
Esmée cuenta en un vídeo en su cuenta de TikTok una mala experiencia mientras realizaba su jornada laboral en una embarcación de lujo y muestra su indignación
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Un superrico sin yate es como un árbol de Navidad sin bolas y la longitud de su eslora es proporcional a la lista de ceros en su cuenta corriente. Para poder moverlo, necesitan una tripulación que, entre otros trabajadores, se encuentran azafatas como esta de Mallorca que muestra su indignación en un vídeo de TikTok por lo que le sucede con un propietario.
Dada su exclusividad, pocos lugares esconden más secretos que los yates de lujo y, pese a que la discreción es obligatoria para trabajar en una de estas embarcaciones, siempre hay alguien que se va de la lengua explicando la actitud que tienen algunos de estos empleadores.
Sólo el hecho de tener uno de estos grandes barcos sale por un dineral. El coste de mantenimiento de un superyate suele rondar anualmente el 10% de su precio total de construcción. Y es por ello que muchos ricos optan por alquilar sus barcos, con tripulación incluida, a otros ricos no tan ricos.
También los propietarios y arrendatarios de los yates sacan partido de estos. Las fiestas son una parte importante de la vida en las embarcaciones, pero en su cubierta se cierran también importantes negocios. La vida en estas embarcaciones es toda una aventura, como explica Esmée en su cuenta de TikTok.
Un yate
Para trabajar en un yate, se requiere una educación mínima de secundaria. Sin embargo, muchos empleadores prefieren candidatos con una educación superior, especialmente en marinería, hostelería, turismo, cocina o ingeniería marina. Por lo que no cualquiera tiene acceso a una posición como esta.
Muchos empleados se despiertan antes del amanecer para comenzar su jornada, que generalmente implica una gran cantidad de horas de limpieza y atención a las solicitudes de los propietarios e invitados. Pero si bien algunos propietarios de yates de lujo son exigentes, otros lo son menos.
Supone una gran presión brindar un servicio de primera sin dejar de ser sensato. Trabajar en un yate implica días muy, muy largos, con poco descanso y expectativas de desempeñarse en los niveles más altos sin perder la calma. Sobre todo, porque los huéspedes y los propietarios pueden ser desordenados y sucios.
Depende de la tripulación asegurarse de que no se vea de esa manera. Esto implica despertarse antes que los huéspedes u otros miembros de la tripulación para preparar el exterior del yate para la jornada. La cuestión es que también tienes que seguir gestionando diferentes cuestiones mientras disfrutan de la experiencia.
Una azafata de Mallorca explota
Deben estar disponibles para lo que sea que depare el día, ya sea que los invitados quieran sacar la embarcación fuera, jugar con accesorios acuáticos, que tripulación interior necesite ayuda con el servicio o cualquier problema de mantenimiento que deba abordarse. Pero hay situaciones que sacan de las casillas a cualquiera.
Este es el caso de esta azafata de Mallorca que relata en su cuenta de TikTok una mala experiencia con su propietario y la situación que provocó su desesperación hasta el punto de preguntarse "¿qué está pasando?". Esmée provoca muchas reacciones en su vídeo, sobre todo de repulsa hacia el dueño.