El error que tu hijo pude cometer usando Internet y que puede terminar en delito: "Sin saberlo"
El acceso cada vez más temprano a los móviles por niños cada vez más pequeños abre la puerta a nuevos riesgos, incluso legales
Guadalajara - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Los niños cada vez tienen más acceso al teléfono, por primera vez en España, ya el 70% de los menores de entre diez y quince años disponen de un teléfono móvil. Por comunidades, Extremadura y La Rioja encabezan el ranking, los jóvenes riojanos de esa franja de edad que disponen de un teléfono móvil supera el 82.5%.
Ante esta realidad, los riesgos a tener en cuenta por los padres y profesores aumentan. El acceso temprano a estas tecnologías y a internet puede generar fuertes perjuicios a los adolescentes: redes sociales, adicción y acceso a contenido para adultos. Según Save The Children, el acceso a la pornografía es cada vez más temprano y ya se sitúa ese primer contacto en los 12 años.
Los expertos creen que es fundamental y también las autoridades policiales y de la Guardia Civil. En La Rioja se está celebrando la primera Jornada Educativa para familias “Riesgos de Internet”, unas sesiones formativas centradas en concienciar y prevenir las consecuencias de un uso inadecuado de Internet. Desde la Guardia Civil piden que se haga hincapié en la necesidad de que los padres sepan lo que ocurre en las vidas online de sus hijos igual que saben de lo que ocurre fuera de las redes. Sobre todo porque “si el menor comete un delito, si ese menor es imputable será puesto a disposición de la Fiscalía de Menores pero cuando el menor es in imputable también hay una responsabilidad civil y eso conlleva dinero”, lo ha explicado Miguel Ángel Saez, portavoz de la Guardia Civil en La Rioja, “al final los padres pagan por las tonterías de sus hijos”.
Desde la Policía Nacional se suman a esta preocupación, desde la Unidad de Participación Ciudadana, el subinspector Ramón Vila Souto ha resaltado que “los críos acceden muy pronto y los peligros son cada vez mayores, peligros como el de la privacidad, el cyberacoso, la sextorsión o verse involucrados en un tema de grooming”.
Consecuencias del acceso temprano a los smartphones
Preocupan también las consecuencias que para los chicos puedan tener en el desarrollo de su personalidad, su autoestima e incluso sus capacidades sociales. Preocupan mucho porque ese acceso temprano a los smartphones y a las redes sociales acaba resultando en problemas de comportamiento y sobre todo adicción. “El contenido que te ofrecen está estudiado para que te guste para que pases más y más tiempo en la aplicación”, explica Elena Sanz. psicóloga y orientadora infantil y de adolescentes, “te dices que serán 10 minutos y acaba siendo una hora”.
El famoso algoritmo de algunas de estas redes sociales en las que los niños y adolescentes más se mueven. Estas apps ofrecen contenido muy concreto y cuando detectan qué contenido es el que quieres encontrar, se centra en eso de forma masiva para que no te aburras nunca de estar conectado. Eso provoca un bombardeo de endorfinas y de dopamina, “al igual que cuando te comes una comida muy rica, se generan una serie de neurotransmisores que hacen que ese estímulo sea reforzado y queramos más”.
En el Parlamento Europeo llevan años intentando poner límites a estas prácticas de los móviles. De hecho le han puesto nombre a ese concepto: el de cocaína conductual porque a adicción a esos neurotransmisores que genera el móvil en nuestro cerebro se comporta casi como la adicción a la cocaína llegando a ser igual de adictivos. Además, las vidas que las personas muestran en las redes sociales termina provocando inseguridades y baja autoestima, Saenz explica que "en redes mostramos nuestras vidas ideales y esto puede generar inconformismo, comparaciones físicas en un momento en el que su cuerpo está cambiando, provocando trastornos y baja autestima".
Como padres, afrontar el momento de comprar el primer teléfono Saenz recomienda valorar el entorno porque cerrarse en banda no es la solución: "si sus iguales lo tienen o no lo tienen y si a él eso le puede afectar a nivel social. Habrá que valorar si el niño está preparado para evitar riesgos y si nosotros como padres tenemos las capacidades para controlar el uso que se vaya a hacer del dispositivo".