Tres de los cinco implicados en la violación de Logroño están imputados por otra agresión sexual en enero

Tres de los menores presuntamente implicados en la agresión sexual grupal ocurrida en Logroño el 9 de abril están investigados por otra en enero pasado a una chica de 14 años, han informado este jueves a EFE fuentes de la investigación.

La Policía Nacional ha detenido este miércoles al único menor que no estaba internado en el Centro de Menores Valvanera de Logroño, del grupo de cinco adolescentes que supuestamente participaron en abril en la agresión sexual a dos chicas de 12 y 13 años en los trasteros de un edificio situado en el número 16 de avenida de Navarra.

Este menor, que estaba en libertad con una orden de alejamiento de las dos víctimas, fue internado ayer en régimen cerrado en este centro, tras ser reconocido por otra chica como presunto autor de otra agresión sexual grupal, en la que también participaron otros dos de los chicos ya internados.

La primera agresión sexual grupal se produjo el pasado 27 de enero, también en los trasteros del edificio de avenida de Navarra, tras lo que la chica presentó una denuncia en la Fiscalía de Menores. Tras la agresión sexual grupal ocurrida en abril, la Policía Nacional detuvo a cinco adolescentes de entre 14 y 17 años, se internó a cuatro de ellos en el Centro de Menores Valvanera en régimen cerrado, y el quinto fue quien ingresó ayer por su presunta participación en los hechos de enero.

En la agresión sexual grupal de abril también participaron supuestamente otros dos menores de 14 años, quienes quedaron bajo custodia de sus padres. El pasado viernes, 2 de junio, las defensas de los cuatro adolescentes internados pidieron al juez su puesta en libertad, de acuerdo con el contenido de la transcripción de un audio de las víctimas escuchado durante la investigación.

Una de las chicas que denunció la agresión sexual grupal de abril llamó a la Jefatura Superior de Policía de La Rioja para alertar de que unos jóvenes les habían robado a ella y a la otra víctima un total de 42,3 euros y una sudadera valorada en 200 euros. Esta llamada se produjo una hora y media después de que presuntamente ocurriera la agresión sexual grupal y en ella no se aludió a que habían sido víctimas de esta agresión, según fuentes de la investigación. Media hora después de esa llamada, las dos niñas relataron a unos policías locales que se encontraron en la calle que habían sido agredidas por un grupo de menores, al parecer, los mismos que les habían robado.