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Un ingeniero eléctrico desvela el truco infalible para ahorrar en tu factura de la luz sin pasar frío: "Más eficiente"

Las familias españolas gastan entre 700 y 1.000 euros al año en calefacción, un gasto significativo que enfrenta a "frioleros" y "ahorradores" en los hogares.

Calefacción central

Álvaro de los Ríos

Logroño - Publicado el

2 min lectura

      
      
             
      

El debate sobre el uso de la calefacción se intensifica con la llegada del invierno, especialmente en un contexto de precios energéticos al alza. Según los datos, las familias españolas gastan entre 700 y 1.000 euros al año en calefacción, un gasto significativo que enfrenta a "frioleros" y "ahorradores" en los hogares.

Nieves, que vive con su marido e hijos, asegura que en su casa no hay debate: ella decide cuándo encenderla. En cambio, Adrián prefiere esperar lo máximo posible para evitar que su factura aumente. Su esposa Miriam, sin embargo, prioriza el bienestar de su hijo recién nacido y no duda en mantener una temperatura agradable en el hogar, incluso si eso implica un mayor gasto. Ángel, residente en una vivienda aislada en La Rioja Baja, combina un sistema de calefacción de gas natural con el tradicional uso de leña para calentar su casa.

CONSUMO Y EFICIENCIA

Jon Terés, ingeniero eléctrico, explica que el consumo y la eficiencia dependen del tipo de sistema de calefacción utilizado. “Si usamos radiadores eléctricos, el gasto suele ser mayor que con calderas de gas natural o bombas de calor. Aunque cambiar el sistema puede ser costoso inicialmente, en algunos casos puede amortizarse en pocos años gracias al ahorro energético”, señala.

Sobre el eterno dilema de encender la calefacción solo en momentos puntuales o mantenerla encendida a baja intensidad, Terés aclara: “Es más eficiente mantener una temperatura constante entre 19 y 21 grados que apagarla y encenderla en periodos cortos, ya que calentar una casa fría requiere más energía.”

Otro mito frecuente es si conviene dejarla encendida al salir de casa. “Depende del aislamiento de la vivienda. En casas bien aisladas, es preferible mantenerla a una temperatura baja, como 17 grados, mientras no estás. En viviendas mal aisladas, apagarla por completo podría ser más rentable.”

La clave, según el experto, está en el equilibrio entre confort y eficiencia. Ajustar el termostato, invertir en aislamiento y utilizar sistemas eficientes son los mejores aliados para no pasar frío sin que la factura se dispare.