Gastronomía

El secreto mejor guardado para elaborar el mazapán de Soto Segura: Hay deportistas que lo comen todo el año

Mazapanes de Soto Segura nace hace cuatro generaciones en el bello e incomparable marco de Los Cameros, en la sierra riojana. Su mazapán se ha convertido en un producto típico navideño pero hay quien lo consume durante todo el año "por lo que aporta a los deportistas"

Rocío Ruiz

Logroño - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

      
      
             
      

No hay Navidad sin Mazapanes de Soto Segura en la mesa. Es el sabor de la Navidad. Un dulce que es marca Rioja. Es historia, tradición y familia. Mazapanes de Soto Segura nace hace cuatro generaciones en el bello paisaje de Los Cameros, en la sierra riojana.

En 1903, Bartolomé Segura fundó en Soto en Cameros lo que, 120 años más tarde, sigue siendo Mazapanes De Soto Segura. Tradición y sabor. En esos comienzos los mazapanes se repartían por La Rioja cargados en carros.

Soto en Cameros 

Mazapanes de Soto Segura nace en un pequeño pueblo de la sierra riojana

En un mundo en el que todo cambia, Mazapanes de Soto Segura puede presumir de no haber cambiado su esencia: buscan las mejores almendras que encuentran en Mallorca, el mejor azúcar, y hornean en su punto justo. Tan sencillo, pero a la vez, tan difícil.

Y para asegurarse de que en los próximos cien años el Mazapán de Soto seguirá siendo tan exquisito como el siglo pasado, se le otorgó en 1989 la denominación La Rioja Calidad, que distingue la sobresaliente calidad de un producto 100% natural, reconocido y apreciado en todo el mundo.

Hace semanas que ya están en las estanterías de los supermercados y en nuestras tiendas de confianza. La producción para esta Navidad comenzó hace tiempo. De hecho, empezó en verano. Mazapanes de Soto Segura empezó en agosto la producción y la mantendrá hasta final de año, a razón de unos 3.300 kilos al día para que este dulce con origen en Los Cameros esté prácticamente en todas las mesas españolas la próxima Navidad.

¿Cuál es el secreto de su éxito? Se lo hemos preguntado a César Río, su gerente. Es la cuarta generación de una empresa familiar que puede presumir de hacer bien las cosas. De hacerlas como siempre pero adaptándose a los nuevos tiempos. Con la misma receta que usaban en 1903. Más de cien años de historia que han trasformado cómo trabajan, pero no lo que hacen: su receta sigue inalterable. En definitiva, almendra caramelizada con azúcar sobre su inconfundible oblea.

      
             
      

Mazapanes Soto Segura

Una empresa familiar de un pequeño pueblo de La Rioja

Es un dulce sí, el azúcar es un ingrediente esencial. Precisamente por eso, muchos deportivas le han elegido como compañía en rutas senderistas o de bicicleta. Es una fuente de energía rápida y directa, con mucha menos composición que una barrita energética. 

La receta sigue intacta pero con los años se han incorporado algunas variables que guardan el secreto de su esencia. La calidad alimentaria está ahora entre las prioridades. Hay mazapanes para todos los gustos, así el Bombón de Mazapán, cubierto de un delicioso chocolate negro, se ha convertido en el favorito de los jóvenes de la casa. Pero hay más, las tejas, finas y crujientes, o las Virutas de Almendra con Chocolate, una combinación irresistible.

Fabricación artesanal y con todas las garantías que se lleva a cabo en la nueva planta en el Polígono Puente Madre de Villamediana de Iregua. Nave de 4.000 metros cuadrados que duplica el espacio con el que contaban y en el que han renovado el 80% de la maquinaria. Aunque la familia es consciente de que el gran cambio tecnológico comenzó en 1975 cuando e dijo adiós al horno de leña.

      
             
      

Su fabricación está en Villamediana pero su alma y corazón están en Los Cameros. Todo comenzó en Soto, pequeño pueblo de la sierra en el que llegaron a convivir tres fábricas de mazapanes, dando trabajo a más de un centenar de personas.

Mazapanes Soto Segura

Planta de Mazapanes Soto en Villamediana de Iregua (La Rioja)

Dicen en el Camero Viejo que los mazapanes los empezó a elaborar una monja (Águeda Redondo) con almendra, entonces abundante, y que gustó tanto que la receta se expendió por el pueblo.

Mazapanes Soto Segura continúa con aquel legado. Cuarta generación y con intención de que el legado continúe. Los próximos cien años volverán a ser testigos de cómo un producto se convierte en el orgullo gastronómico de una región que apuesta por la tradición, la historia y la familia.