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Los motivos que mueven al último trashumante de La Rioja: Solo tiene 17 meses

El sector ganadero en La Rioja cuenta en la actualidad con más de 12.688 explotaciones, de la cuales 11.577 corresponden a personas físicas 

La trashumancia, una tradición ancestral
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La trashumancia, una tradición ancestral

Manuel Pérez Esteve

Logroño - Publicado el

2 min lectura

Cada vez es menos común escuchar que alguien es pastor. Sin embargo, David Ceballos es la excepción que rompe la regla. El año pasado ya se atrevió a comenzar la trashumancia, 8 años después de adquirir su primer rebaño, y este septiembre ha realizado la vuelta. Nos ha contado que la ida fue muy positiva.

Cuenta con un rebaño de más de 800 animales, entre ovejas, cabras y mastines. Es el último trashumante de La Rioja, y la planificación y logística a la hora de realizar una actividad que ya no se hace, es muy complicada y hay que tenerlo todo atado antes de comenzar el recorrido que dura varios días.

las amenazas para el rebaño

La trashumancia, como hemos comentado, puede durar días, y hay que contar con protección para las ovejas. Los guardaespaldas son 10 mastines que se encargan de proteger al rebaño de la mayor amenaza: el lobo. Eso es algo que puede controlar David y que, en lo que lleva trashumando, no ha tenido ningún inconveniente. Sin embargo, este año ha tenido que adelantar la salida a Santo Domingo de la Calzada, su municipio, por el clima.

el motivo de carlos

El pastoreo se ha convertido en un oficio en vías de extinción ante la falta de vocaciones por la pérdida de rentabilidad de las explotaciones ganaderas. Según el Área de Estadística de la Consejería de Agricultura, el sector ganadero en La Rioja cuenta en la actualidad con más de 12.688 explotaciones, de la cuales 11.577 corresponden a personas físicas. Un sector que ha perdido volumen en casi todos los tipos de cabaña en los últimos cuatro años.

Sin embargo, David ha encontrado en esta profesión una forma de ganarse la vida más tranquila. De hecho, comenzó en septiembre del año pasado la trashumancia, lo que le impidió pasar tiempo con su hija, Eda, que entonces solo tenía 4 meses

Hay que ser valiente para atreverse a tomar esa decisión. David Ceballos, a sus 49 años, es un aventurero que ha querido retomar una profesión y una tradición como la trashumancia para dar ejemplo a su hija de que en el campo también se puede vivir.

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