Historia del Teatro Gayarre en Pamplona: fechas, curiosidades e importancia en la ciudad

La demolición y cambio de ubicación del Teatro Gayarre permitió el crecimiento de Pamplona, y se trasladó a Carlos III.

00:00

Juan Echenique nos descubre en COPE los secretos de Pamplona: Teatro Gayarre

Alberto Sanz

Pamplona - Publicado el 21 dic 2022, 13:46 - Actualizado 18 ene 2023, 11:35

1 min lectura

Juan Echenique, autor del libro "Secretos de Pamplona" nos cuenta la historia del Teatro Gayarre.

4 de julio de 1841. El titular de la noticia podría ser: El Teatro Principal abre sus puertas en la plaza de la Constitución.
Con el tiempo, el Teatro Principal se convirtió en Teatro Gayarre (1903) y la plaza de la Constitución, en la plaza del Castillo.
El Teatro Gayarre sustituía al Patio y Casa de las Comedias que venía funcionando desde 1608. Allí se sentaban según su clase social: trabajadores, en el patio; autoridades, en el primer piso; mujeres, en el segundo piso.
El teatro en aquella época era comparable a lo que hoy es el fútbol: el gran entretenimiento de masas. Se llenaba, se socializaba, se ligaba. Era importante socialmente estar ahí.
En 1931 (noventa años después de su construcción) se procedió a la demolición del Teatro Gayarre, para permitir el crecimiento de Pamplona, y se trasladó a Carlos III.
Se reconstruyó la fachada piedra a piedra (propuesta del arquitecto Javier Yárnoz) y reabrió sus puertas el 3 de mayo de 1932.
1953 (21 años después): redecoración completa del interior del Teatro (2,3 millones de pesetas)
Crónica de la época: “El aspecto fantástico que presenta nuestro primer coliseo ha cambiado totalmente su trasnochada fisonomía por obra y gracia de una magnífica decoración. Huelga decir que la decoración primitiva del Gayarre, realizada en una época en la que lo ornamental se acercaba más a la extravagancia que al arte, no tenía el más mínimo tono de elegancia que diese distinción y señorío a un salón que se creó para ser el centro de los acontecimientos artísticos y culturales de la ciudad”.
El 20 de septiembre de 1968 se produjo un incendio que destruyó la caja escénica, tras la representación de la zarzuela Luisa Fernanda.
Los bomberos impidieron la destrucción del Teatro, pero hubo importantes desperfectos en decoración y mobiliario.
Las obras de reconstrucción eliminaron los bancos corridos de madera del gallinero, que se convirtió en anfiteatro. Y quienes accedían a esas localidades entraban desde entonces por la puerta principal.
El pintor Horacio Ferrer, a los 74 años, volvió a pintar la cúpula, Apolo junto a las musas.
El escenario perdió su magnífica resonancia, la mejor de España junto con el Teatro Calderón de Valladolid.
Se reabrió el 6 de julio de 1969 y Paco Martínez Soria dijo: “Antes un susurro se oía en el tercer piso y ahora es preciso gritar para que te oigan”.
Tiene capacidad para 864 espectadores y es posible realizar visitas guiadas en grupo y con reserva previa (web).