¿Tiene relación la caída de las horas de otoño con la reacción de la radioterapia?

Sección de ciencia en COPE de la mano de Joaquín Sevilla. El licenciado en Ciencias Físicas y doctor en Física Aplicada explica la relación que tienen la caída de las horas en otoño y la radio terapia.

Explicación de Joaquín Sevilla:

Ya casi no quedan hojas en los árboles. A punto de entrar en el invierno han caído todas. Ese proceso de cambio de color y caída de las hojas, tan característico del otoño tiene su razón evolutiva y su mecánica fisiológica. Esos estupendos paneles solares que son las hojas dejan de ser eficientes cuando las temperaturas bajan y las horas de sol disminuyen. En esas condiciones no se puede dar la fotosíntesis y, en cambio, las hojas proporcionan una importante vía de pérdida de agua por evaporación. Compensa recuperar los compuestos químicos valiosos de su interior y dejarla caer. Esos son los procesos fisiológicos que inician esas plantas en el otoño. Pero “dejarlas caer” es un proceso más activo de lo que parece. Una capa de células que una la hoja a la rama muere, por eso la hoja se despega. Esto ocurre porque esas células entran un proceso de muerte celular programada (“apoptosis”).

El uso de la radioterapia para tratar el cáncer busca ese mismo efecto, inducir a las células tumorales a que entren en una fase de muerte celular programada, que vayan muriendo poco a poco y el tumor desaparezca reabsorbido. Someter a las células a una dosis de radiación importante tiene ese efecto. Al producir muchos daños en el ADN de la célula se disparan mecanismos de protección que inducen a la muerte celular. Lo difícil es conseguir “apuntar” la radiación de forma que haga el máximo daño en el tumor con las mínimas bajas en el tejido sano. Toda la maestría de los excelentes profesionales de oncología radioterápica se encamina a ese fin. La impresionante tecnología de los aceleradores lineales de electrones y, más recientemente, los aceleradores de protones, se desarrolla para conseguir ventajas en esa batalla que, afortunadamente, va ganando años de vida a las personas enfermas de cáncer.