SOLEDAD EN ALAVA
Así son las 'Escuelas de las Soledades' en Álava: "De ser desconocidos a cogernos cariño"
La Diputación ha puesto en marcha esta iniciativa para hacer frente a la soledad que afecta sobre todo a las personas mayores del territorio
Bilbao - Publicado el - Actualizado
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Una de cada cuatro personas se siente sola en Euskadi. Es el dato que nos deja la 'Encuesta Vida, Trabajo y Covid-19', que hace justo un año presentó la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo. La soledad no deseada se ha convertido en uno de los principales problemas de nuestra comunidad. Y es que no es lo mismo elegir estar solo, que sentirse solo sin querer estarlo. Hay una gran diferencia. Por esta razón, la Diputación Foral de Álava busca hacer frente a esta cuestión con la puesta en marcha de la 'Escuela de Prevención de la Soledad- Bakardadea Eskola', con sus primeros centros en Laudio y Labastida.
Un proyecto que forma parte de la estrategia foral contra la Soledad, Araba a Punto y que se presenta como un punto de encuentro o una red de colaboración. En concreto, estas escuelas cuentan con talleres para que las personas participantes puedan aprender a relacionarse, fomenten la inteligencia emocional y desarrollen su capacidad de adaptación. "La soledad no deseada nos puede llegar en cualquier etapa de nuestra vida, de hecho, la mayoría de los estudios dicen que hay un gran porcentaje de jóvenes que sienten esa soledad", asegura la tejedora comunitaria y encargada de los talleres en Labastida, Estitxu.
"De ser desconocidos a cogernos cariño"
En HERRERA EN COPE Euskadi hemos visitado la escuela de Labastida para conocer de cerca su funcionamiento. Allí nos hemos encontrado con Violeta Arinas, alavesa de 62 años, quien regresó hace año y medio a este municipio, tras pasar media vida en Bilbao.
Violeta buscaba volver a sus raíces, pero los comienzos no son fáciles. Por ello, una vez instalada, empezó a buscar actividades para reencontrarse con los vecinos y, entre muchas opciones, encontró 'La escuela de las Soledades'. El nombre del proyecto llamó tanto su atención que no dudó ni un segundo en apuntarse. Buscaba un lugar de encuentro para recuperar la relación con sus vecinos de la infancia. De esta forma, cada jueves participa en los talleres que organiza la escuela. "Es muy chulo y el contacto es diferente. Hemos pasado de ser desconocidos a cogernos cariño", cuenta.