Evaden la cárcel los acusados por gestionar un matadero ilegal en Álava con maltrato animal

Sorpresa en el juicio con 13 acusados por la gestión de un matadero ilegal en la localidad alavesa de Sojo, en Araia, que sacrificaba animales por el rito halal y vendía la carne para su "consumo humano" sin ningún tipo de control sanitario.

En la primera sesión celebrada en la Audiencia Provincial de Álava siete de los implicados han sido absueltos y los seis restante han recibido condenas que no supondrán su ingreso en prisión al llegar un acuerdo con la Fiscalía.

Se les atribuían delitos de pertenencia a organización criminal, falsedad en documento oficial, maltrato animal y contra la salud pública.

Animales desangrados

La Fiscalía pedía penas de más de 11 años de prisión porque los acusados formaban parte de una red criminal que utilizaba el matadero de forma ilegal para sacrificar animales con gran sufrimiento para ellos. El rito halal supone que se desangren tras cortarles el cuello sin aturdirles antes.

Según el escrito de la acusación este método musulmán lo practicaban personas sin "formación", la carne se transportaba sin las pertinentes medidas de higiene y salud, y su venta se realizaba en domicilios particulares y carnicerías de Bilbao y Vitoria sin control.

Entre los 13 implicados, detenidos en 2028, destacan dos hermanos, eran los propietarios oficiales del matadero y los ideólogos de la trama. Otros de los acusados arrastran antecedentes por hurto, violencia de género o maltrato animal.

En el juicio celebrado este lunes seis han abandonado la sala beneficiados por un error judicial que ha invalidado sus acusaciones, se les llamó a declarar fuera de plazo cuando habían pasado los 6 meses que marca la Ley de Enjuiciamiento Criminal. La misma situación ha afectado a un séptimo que no se ha presentado.

Inhabilitados para trabajar con animales

Los seis inculpados restantes han alcanzado un acuerdo en el último momento con la Fiscalía, lo que ha obligado a un largo receso, así que ninguno pisará la cárcel. Algunos de ellos sí quedarán inhabilitados para tener o trabajar con animales.

Según la Ertzaintza, el grupo desmantelado llevaba funcionando unos cinco años y, además de criar ganado vacuno y ovino, el recinto era utilizado como matadero ilegal, donde se sacrificaban vacas y ovejas sin los permisos administrativos ni controles sanitarios.

Ese ganado era ofrecido por propietarios de Bizkaia y Cantabria, y se trataba de animales que no tenían salida en el mercado legal y "para los que buscaban un rendimiento en el mercado negro".