EVOLUCIÓN LABORAL

Tu jefe intermedio: ¿te mima o te mina?

Ángela Magaz, psicóloga, afirma que ya no debe ser un "ordeno y mando"

Alicia Calleja

Euskadi - Publicado el - Actualizado

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La figura del jefe o mando intermedio ha experimentado una transformación significativa en las últimas décadas. Más allá de la antigua percepción del líder como un mero emisor de órdenes y directrices, la evolución del mundo laboral ha demandado un cambio de paradigma. En COPE, queremos abordar esta evolución con la visión de la Dra. Ángela Magaz, psicóloga de ALBOR COHS PSICOLOGÍA en Bilbao, Barakaldo y online, que nos lo ha propuesto como tema verdaderamente interesante. La experta ha explicado que ya desde hace un tiempo las empresas han evolucionado en ese sentido y las jefas y jefes intermedios no aplican un "ordeno y mando" sino que ofrecen ayuda y se preocupan por el bienestar de las personas que trabajan en el equipo.

Ángela Magaz destaca la importancia crucial de una transición hacia líderes que no sólo gestionen tareas, sino que se preocupen por las personas bajo su dirección. En un mundo laboral cada vez más complejo, la empatía y la generosidad se han vuelto herramientas esenciales desde quien debe ejercer liderazgo. El enfoque ya no se limita a la eficiencia operativa, sino que se expande hacia el bienestar emocional y profesional de los empleados.

Jefes y Mandos Intermedios: más allá del mando, la empatía y la generosidad en el ámbito laboral

Los jefes y mandos intermedios del siglo XXI, según Magaz, deben cultivar relaciones laborales basadas en la colaboración y el apoyo mutuo. Ya no se trata solo de dirigir, sino de liderar, entendiendo las necesidades individuales de cada miembro del equipo. La empatía se erige como la piedra angular de esta nueva dinámica, permitiendo a los líderes comprender las circunstancias y desafíos de sus colaboradores.

La generosidad, en este contexto, se traduce en proporcionar herramientas, recursos y un entorno propicio para el desarrollo profesional. Más allá de simples gestores de proyectos, los líderes modernos se convierten en facilitadores de crecimiento y aprendizaje continuo. Ángela Magaz subraya que el éxito de una empresa radica en gran medida en la fortaleza y satisfacción de su equipo.

En resumen podríamos la vieja dicotomía entre eficiencia y empatía en el liderazgo ha quedado obsoleta. Las empresas que prosperan en la actualidad son aquellas que reconocen la importancia de liderar con consideración y generosidad. Todo parece indicar que esta nueva perspectiva y estas prácticas están dando forma a entornos laborales más saludables y productivos.