El barco hallado en Ondarreta este verano es "un velero del siglo XV, cargado de mineral, que surcaba el Cantábrico en la Edad Media"

"Un barco medieval, cargado de mineral y que realizaba sus rutas comerciales en el Golfo de Bizkaia". Éstas son las principales conclusiones del análisis realizado por un equipo de arqueólogos a los restos del barco hallado este verano en la playa de Ondarreta en San Sebastián.

El equipo del Servicio de Patrimonio de la Diputación de Gipuzkoa ha realizado una labor de análisis y documentación "a contrarreloj", tras seis jornadas de intenso trabajo aprovechando  las mareas vivas. El informe concluye que se trata de "un pecio de madera de roble del siglo XV y de 14 metros de eslora", según explica la arqueóloga Mertxe Urteaga. 

La pieza no será extraída y después de realizarle un tratamiento específico de protección, seguirá descansando en el arenal donostiarra porque, según la arqueóloga, "es donde mejor se garantiza su conservación". Mientras tanto continuará el estudio de los restos para resolver otras preguntas como "su capacidad, tonelaje, tripulación y rutas que realizaba".

La arqueóloga Mertxe Urteaga subraya que este hallazgo tiene un valor "extraordinario" ya que los restos arqueológicos de barcos medievales "son muy reducidos, en comparación con la cantidad de información que hay sobre el tráfico marino en esa época". El pecio de Ondarreta confirma además el peso de los astilleros vascos en dicha época a nivel europeo.

labores de recuperación 

Un paseante descubrió el 4 de septiembre de forma casual restos de madera en la playa de Ondarreta, cerca del Paseo de Eduardo Chillida. Tras confirmar que se trataba de restos de un barco, la Diputación de Gipuzkoa redactó un proyecto de actuación arqueológica de emergencia, y se planificaron los trabajos para los días 17 al 22, coincidiendo con las mareas vivas.

Urteaga, que califica de “satisfactoria” la operación, explica que la labor diaria comenzaba con la ayuda de una pequeña excavadora “para abrir canales de drenaje y favorecer la evacuación con motobombas de las aguas en la zona de trabajo. En cuanto se retiraban las aguas, comenzaba la extracción a contrarreloj de los depósitos de arena que cubrían el pecio”. 

Las conclusiones tras el análisis apuntan a que "el barco conserva parte del lastre de piedra caliza y restos de mineral de hierro (óxidos e hidróxidos) que llevaba en su carga". El estudio del lastre permitirá saber las rutas marítimas que seguía la embarcación.

otros casos

La datación que se maneja lo hace contemporáneo del pecio de Newport, un mercante de 30 metros de eslora, construido en los astilleros vascos, que se descubrió en esa ciudad galesa en el año 2002. Y se suma, además, al pecio de Urbieta en Bizkaia de cronología similar y a los pecios de Orio II y Orio IV que se extrajeron de la desembocadura del Oria para evitar que fueran destruidos en unas obras de drenaje en 1991-1992.