¿Sabes cómo se hace una cata de aceite de oliva?

Aquellos que saben apreciar los pequeños placeres de la vida seguramente han reparado en los infinitos matices que nos brinda el aceite de oliva. Desde los afrutados hasta los picantes, frescos, herbáceos, dulces, sutiles e intensos, sus características dependen de la tierra, la variedad y el tratamiento del fruto. En COPE te invitamos a sumergirte en el arte de catar aceite de oliva con Miguel Soto, Secretario General de IGP Aceite de Jaén y encargado de las catas que se van a llevar a cabo en la Fiesta del Primer Aceite de Jaén en la Plaza de los Fueros de Vitoria-Gasteiz, del 10 al 12 de noviembre.

Puedes escuchar la entrevista completa clickando junto a la imagen. Te resumimos los pasos en una cata :

Fase Visual: Explorando los Colores del Oro Líquido

En esta primera etapa, es crucial fijarse en el color, que oscila entre el amarillo oro de los aceites más maduros y dulces, y el verde intenso característico de los aceites herbáceos y ligeramente amargos. La limpieza y el brillo son signos de calidad, mientras que los aceites turbios u oscuros se consideran defectuosos, a menos que sean sin filtrar. En las catas profesionales, se utiliza un vaso oscuro para evitar prejuicios.

Fase Olfativa: Descubriendo Aromas Inolvidables

Calentar la copa a unos 28ºC, inclinarla y taparla para concentrar los aromas es clave. Al aspirar, se evocan recuerdos de aceitunas maduras, aceitunas verdes, manzanas, hierbas, higueras y tomateras. La concentración y la identificación de estos aromas guiarán el siguiente paso.

Fase Gustativa: El Placer en Cada Gota

Llega el momento de degustar el aceite. Distribuirlo por toda la cavidad bucal, permitir que recorra lentamente y aspirar aire fresco para que el olfato y el gusto se encuentren, son técnicas esenciales. Los sabores dulces se encuentran en la parte frontal de la lengua, mientras que los verdes, amargos y picantes se perciben en la parte posterior del paladar.

Fase Táctil: Sensaciones que Hablan de Calidad

Las sensaciones táctiles en la lengua y el paladar revelan la textura del aceite, que puede ser acuosa, fluida, suave, pastosa o densa. Estas características están vinculadas al contenido en ácido oleico y la variedad de aceituna. El equilibrio entre todas las sensaciones determina si el aceite es frutado, armónico o desequilibrado.

Conclusión: La Experiencia de un Viaje Sensorial

La cata de aceite de oliva es un arte que abraza el olfato, el gusto y el tacto. No es solo para expertos; cualquier entusiasta puede explorar sus matices y disfrutar de este oro líquido. ¿Te animas a sumergirte en este fascinante viaje sensorial? ¡Descúbrelo con COPE escuchado la guía experta en la entrevista a Miguel Soto!