PARQUES SOLARES
UAGA pronostica la “desaparición del sector primario” por el macroproyecto de Solaria en Álava
El sindicato agrario rechaza los planes de esta empresa mientras reclama a las instituciones apoyo para un sector esencial
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Si los planes siguen adelante, Álava contará con 350.000 paneles fotovoltaicos y una línea de alta tensión de 101 kilómetros para descargar la energía obtenida en el Puerto de Bilbao, que deberá atravesar campos de cultivo, valles, montes…
Es el macroproyecto que maneja la empresa Solaria, pero que se ha encontrado enfrente con la oposición de muchos pueblos, colectivos de todo tipo, grupos ecologistas, sindicatos…Incluso la Diputación de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria han pedido «modificaciones sustanciales» en los planes de Solaria para que salgan adelante los proyectos. De todas formas, será el gobierno vasco quien tramite la declaración definitiva de impacto ambiental para que se ejecuten las plantas y el tendido a Bizkaia. La pelota está en su tejado.
Alegaciones populares
Hace una semana todos esos colectivos presentaron más de 15.000 alegaciones. Exigen la "paralización inmediata" de los proyectos y que se "ponga coto" a las empresas energéticas que -según dicen- "amenazan" con hacer de Álava "un mar de placas y hormigón". También anuncian la convocatoria de una manifestación para el 26 de octubre en la capital alavesa.
Entre esos colectivos se encuentra la UAGA, Unión de Agricultores y Ganaderos de Álava, que lleva mucho tiempo alertando del “riesgo de pérdida de tierras de cultivo, forestales y pastizales”, que supondrían los proyectos. Ayer, dio un paso más y acusó directamente a Solaria de “trocear los parques para eludir las posibles restricciones”.
Defensa institucional
Su presidenta, Edurne Basterra, ha explicado hoy en COPE los argumentos por los que se opone su organización que, entre otras cosas, pide al gobierno vasco que deniegue la autorización y emita una declaración ambiental desfavorable. “Se están saltando las leyes por todos los lados”, asegura Basterra.
UAGA, ha afirmado, no se opone a la transición energética, pero “no todo vale” y “hay que sentarse y hacerlo bien”, apunta.
Reclaman a las instituciones que les defiendan porque, si no, pronostica la desaparición de un sector que considera “esencial porque da de comer a la población”.