El estudiante de Enfermería en huelga de hambre pide a sus compañeros que cuiden de él

Jose María solamente se está alimentando con una bebida isotónica desde que decidió ponerse en huelga de hambre para presionar sobre las reivindicaciones de los estudiantes de Enfermería. Llevan trece días encerrados en las dos aulas que tienen en el edificio de Antigones y siguen sin recibir un compromiso por escrito que iniciaran el próximo curso en unas instalaciones dignas y propias.

Los encerrados reprochan al consejero de Universidades, al rector de la Universidad de Murcia y a la alcaldesa que sigan sin atender sus reivindicaciones.

Vallejo es consciente del riesgo que corre su salud al ponerse en huelga de hambre porque además sufre epilepsia, pero, también está convencido que sus compañeros están perfectamente capacitados como enfermeros para poder prestar ayuda en caso de que sea necesario.

Ha dicho que su objetivo es resistir mientras no vea el documento firmado que comprometa a las autoridades políticas y académicas a solucionar el problema de la falta de instalaciones y recursos de la escuela universitaria.

Nos ha contado en Cope que su familia le apoya en sus reivindicaciones y ha querido mandar un mensaje tranquilizador a familiares y amigos.

Vanesa, otra de las estudiantes encerradas, ha denunciado que la Universidad Politécnica de Cartagena ha cortado la calefacción por las noches sabiendo que estaban encerrados.

Los estudiantes rechazan la propuesta de la Comunidad de trasladar la escuela a la sede de la UNED porque sería imposible poder compaginar los horarios de las clases, asegura Vanesa.