'Agropopular'
Editorial César Lumbreras: "Luis Planas y Daniel Calleja: no queremos problemas"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Se ha cumplido ya un mes desde que el entonces imputado o investigado Luis Planas llegó al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Si Pedro Sánchez hubiese cumplido lo que había dicho con anterioridad, Planas no habría sido ministro al estar imputado en ese momento, pero el nuevo presidente del Gobierno se saltó a la torera sus promesas anteriores. En este mes que ha transcurrido se ha levantado esa condición de investigado o imputado por un asunto de aguas en el entorno del Parque Nacional de Doñana, algo de lo que nos alegramos. ¿Qué más ha pasado en este mes largo que lleva como ministro? Pues, por ejemplo, que no ha querido problemas y no ha dado la batalla para lograr que su departamento tuviese una Secretaría de Estado, siendo el único de todos los Ministerios del nuevo Gobierno que no cuenta con Secretaría de Estado, asunto que puede parecer una nimiedad, pero que no lo es, sobre todo desde el punto de vista de las relaciones con Bruselas.
Otro tema aún no resuelto es el de las competencias en materia de política de regadíos o forestal. Dicen desde el departamento de Planas que ambas competencias se quedarán en el Ministerio de Agricultura, pero, a fecha de hoy, esas afirmaciones no están respaldadas por la publicación correspondiente en el BOE. ¿Ganará Planas esta batalla frente a su colega Teresa Ribera?
Y, de Planas, a su amigo Daniel Calleja, el director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea, que es uno de los principales responsables de lo que está pasando con los lobos en España y en otros países de la Unión Europea (UE). Como vive en su burbuja de Bruselas, probablemente no se haya enterado, eso suponiendo que tenga algún interés en enterarse, de que el lobo ha vuelto a atacar esta semana en varias ocasiones en una misma explotación de la localidad salmantina de Cespedosa de Tormes. El ganadero afectado está desesperado y pide, con toda la razón del mundo, que se ponga coto a esta situación. El origen de la solución está en Bruselas. Pero en la capital comunitaria nos topamos con el burócrata de turno, el citado Daniel Calleja, que sigue mirando para otro lado, y no toma decisión alguna. No es algo nuevo en su currículo, porque ya practicó la política del avestruz cuando ocupó su anterior puesto de director general encargado de la política de empresas en la Comisión Europea. Su lema profesional parece ser “problemas no, y decisiones tampoco”. Lo mismo que Planas.