'El Despertar de lo humano': Cómo hacer frente al coronavirus desde la razón y la fe
José Luis Restán entrevista en El Espejo a Julián Carrón, presidente de la fraternidad del movimiento Comunión y Liberación
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El coronavirus ha puesto en jaque nuestra sociedad y nuestra vida. Y en mitad del drama, de la soledad y de encontrarnos frente a nosotros mismos en este confinamiento, vuelven a nuestra cabeza preguntas difíciles. La fe y la razón entran en juego y vuelven a confrontarnos. En mitad de este debate, Julián Carrón, presidente de la fraternidad del movimiento Comunion y Liberación ha publicado un Libro-entrevista. Se titula 'El despertar de lo humano: Reflexiones de un tiempo vertiginoso' y trata este tema con diferentes coloquios, intervenciones y diálogos entorno a las preguntas que nacen de la crisis que estamos viviendo.
En estos momentos de crisis "surgen preguntas esenciales que vuelven a nuestro pensamiento. Volvemos a esas preguntas porque necesitamos encontrar un significado. Este es el desafío que la realidad que estamos viviendo pone delante de nosotros", explica Julián Carrón en El Espejo. "La razón aparece con una exigencia de totalidad de significado, que es la estructura del hombre. Que no nos gusta la palabra religiosidad y queremos cambiarla por otra cosa, pues muy bien. Lo que pasa es que estas preguntas son tan humanas que no podemos continuar sin planteárnoslas. Para mí la religiosidad coincide con estas preguntas que implican esta exigencia de significado".
¿Cómo afrontar estos tiempos oscuros? ¿Cómo responder a esas preguntas? "Cuando un niño llega a una habitación oscura, sale corriendo a buscar a su madre. ¿Qué es lo que le ayuda al niño? Solo una presencia: la de su madre. Cuando la madre le coge de la mano y entra en la habitación el niño ya está tranquilo. Una presencia significativa permite a los niños estar delante de estas circunstancias con tranquilidad. Para los adultos no cambia el método. Tenemos que identificar personas que nos ayuden a estar delante de esta realidad no dejándonos corroer por el vértigo. No basta cualquier persona, no cualquier presencia es tan significativa como para vencer este vértigo".
Julián Carrón afirma que "nosotros no decidimos en qué circunstancias somos llamados a vivir nuestra fe. Ninguno desea que haya llegado este virus y que haya trastocado nuestra vida. Pero al mismo tiempo este desafío, en la experiencia cristiana, ha desafiado el tipo de sujeto cristiano que la comunidad cristiana ha generado. Cristo no nos ha prometido ningún 'carrilbus' para ahorrarnos los desafíos. Cada uno de nosotros hemos llegado a esta situación con una riqueza y experiencia, y ahí es donde se pone de manifiesto si la comunidad cristiana ha generado esta criatura nueva que le permite estar delante de este desafío".
Tenemos ejemplos que se han enfrentado -saliendo victoriosos- a situaciones peores: "Me viene a la cabeza la biografía de Van Thuan, el arzobispo de Vietnam, que ha estado durante años en condiciones infinitamente más deshumanas que las que estamos viviendo y que pudo vivir la situación hasta el punto de contagiar a todos los que le ponían como guardias a vigilarlo para poder vivir su fe. Esta es una bella ocasión, también los discípulos estaban juntos en la barca durante la tempestad. La presencia de Jesús es la que les quita el miedo para poder vivir esa circunstancia".