El detalle que salvó a Violeta Friedman de la muerte en Auschwitz y que nos cuenta su hija
Hablamos en 'Fin de Semana' con Patricia Weisz, hija de Violeta Friedman, que nos relata el horror que vivió su madre en Auschwitz
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Echamos la vista atrás. En concreto, 80 años. Hasta el 27 de enero de 1945. En Europa se libra la madre de todas las guerras. Los aliados han desembarcado en Normandía y ganan terreno a los alemanes en el frente occidental. El ejército ruso hace lo ruso en el franco oriental. La ofensiva soviética, ya en terreno polaco, llega a la población de Auschwitz.
El ejército rojo frena su avance porque se topa de bruces con un escenario dantesco. Impensable. Terrorífico. El mayor campo de concentración y exterminio de la historia.
Lo que encontraron esos soldados jamás se pudo borrar de su memoria. Encuentran aire irrespirable. Un hedor que no soportan más de 5 minutos. Personas en los huesos vagando sin rumbo. Cadáveres en el suelo. Almacenes llenos de ropa. Los guardias han huido. Antes han intentado borrar las huellas de lo sucedido. En los barracones solamente quedaban 2.819 personas. Los únicos supervivientes de 1.300.000 personas; que habían sido deportadas. De las cuales, murieron 1.100.000.
Este lunes, 27 de enero, se cumplen 80 años de la liberación de Auschwitz.
Violeta Friedman había nacido en 1930 en una región de Transilvania, que actualmente pertenece a Rumanía. Pero era húngara. Y hay una enorme población de habla alemana. Parte de esa población (Marghita) era judía. De los 8.000 habitantes... 1.600 eran hebreos.
Patricia Weisz es la hija de Violeta Friedman y hablamos con ella en 'Fin de Semana'.
Repasamos la vida de su madre. Ella estaba en Marghita y algo empieza a cambiar en el ambiente. Cuando Violeta tenía nueve años, "había actos de provocación muy intensos contra los judíos. En las escuelas, separaban a los judíos de los cristianos. Y los compañeros de ella, les tiraban barro, piedras y les insultaban por la calle".
Todo esto que narra Patricia sucedía ya en el año 1939. Lo cierto es que, en un momento dado, intentan cambiar a Violeta de ciudad y de colegio. Sin embargo, en ese tramo, los alemanes entran en Hungría y empiezan a obligarles a llevar la estrella de David. Violeta iba a un colegio a una ciudad a 80 kilómetros de Marghita y "al invadir los alemanes, Hungría tuvo que volver a Marghita y en 1944, con apenas 14 años, fue deportada con casi toda su familia a Auschwitz".
"DURANTE MI INFANCIA Y MI ADOLESCENCIA, ELLA NO QUERÍA CONTARNOS A MI HERMANO Y A MÍ PARA NO HACERNOS DAÑO"
Violeta hablaba solamente húngaro y "aunque actualmente es Rumanía, ella no hablaba rumano". Así, "fue transportada en unos vagones de ganado. Y cuando llegó a Auschwitz vio como un médico nazi seleccionaba a todos sus seres queridos y los mandaba a las cámaras de gas. Al llegar, se llevaron a su padre de 44 años, a su abuela, a su bisabuela, imagínate".
Mengele se encargaba de hacer la selección. Directamente, los menores de 16 años y los mayores de 45 eran enviados a las cámaras de gas. Porque eran considerados no aptos para trabajar.
TE PUEDE INTERESAR
Violeta se salvó de esa selección, aunque "estaba en el grupo de edad. Cuando llegó allí, en el tren, su madre le dejó unos zapatos de tacón y como llegó con su hermana, que tenía 18 años, aparentaba más edad. La hermana fue mandada a un campo de concentración para trabajar, pero a mi madre no la exterminaron porque creían que era mayor de 16 años".
La madre de Patricia estuvo muy enferma en los barracones y "estuvo casi 1 año. Afortunadamente, logró sobrevivir y el 27 de enero de 1945 es el día internacional de conmemoración de las víctimas del Holocausto porque fue el día de la liberación".
Patricia recuerda que, con su madre, no hablaba mucho del tema porque "era tabú. Ella no quería contarnos para no hacernos daño y yo no quería que lo contase para que no lo reviviese".
No te pierdas el testimonio íntegro en el audio adjunto.