Schlichting: "Begoña Gómez entró por el garaje, privilegio que no tuvieron ni la infanta Cristina ni Rajoy"
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¡¡¡Muy buenos días España!!! Encaramos los últimos diez días de julio, qué barbaridad, y este sábado habrá un ligero descenso de las temperaturas. Por el Atlántico viene un frente que dejará nieblas y chubascos en el interior de Galicia, el Cantábrico y los Pirineos, así como en algunos puntos de la mitad norte de la península. Para los detalles, tenemos cita con Olcina a las once.
Con menos aparato de seguridad que la primera vez, compareció ayer ante el juez Juan Carlos Peinado, la mujer de Pedro Sánchez. Llegó en coche y entró por los garajes de los juzgados, privilegio que no tuvieron ni la infanta Cristina en el caso Urdangarin, ni Mariano Rajoy en el escándalo Gürtel.
Begoña Gómez se acogió a su derecho de no declarar y en media hora estaba fuera. Su actitud no contribuye a despejar el escándalo de ver en el los tribunales a la esposa del presidente, circunstancia sin precedentes en ninguna democracia occidental.
¿Qué ha hecho Begoña Gómez?
Porque hay quien atribuye este asunto a una caza de brujas política. Bueno, la señora del presidente, llamó a Moncloa al rector de la Complutense y le pidió una cátedra. Eso ha quedado acreditado en las diligencias. Ahí tenemos ya abuso de poder, ni el palacio de Moncloa es el despacho privado de Begoña Gómez, ni tiene ella la licenciatura académica para semejante trabajo. Según testificó ayer el vicerrector Juan Carlos Doadrio, la orden surtió efecto y se creó ad hoc un máster, aunque Begoña Gómez no puede enseñar en la universidad porque carece de la licenciatura universitaria. Apenas tiene un título de un centro privado sin homologar en la Complutense. Su sueldo era de 15.000 euros.
Venía la mujer del presidente del Instituto de Empresa, un centro privado donde había sido apoyada económicamente por muchas empresas que aportaron fondos importantes para el respaldo publicitario, desde Telefónica a Google ¿alguien piensa que esos cientos de miles de euros los hubiesen aportado por usted o por mí?
Cuando Begoña Gómez se marcha del Instituto de Empresa a la Complutense, la mayor parte de estas empresas se llevan su dinero tras ella y dejan al IE sin él. En la Universidad enseña Begoña -y sigue haciéndolo hoy en día, porque aunque la cátedra ha sido cancelada, es codirectora oficial de un máster posgrado que está publicitado en la página de la Complutense- cómo captar fondos de empresas públicas y privadas. Entre los profesores del máster extinto figuraba el empresario Juan Carlos Barrabés, al que Begoña Gómez recomendó por escrito para la captación de subvenciones del estado, dinero que por cierto consiguió. Si esto no es tráfico de influencias, yo no entiendo el castellano.
Barrabés ha reconocido ante el juez Peinado que se reunía con el presidente y su mujer en Moncloa. No sé si para hablar del dinero o de las clases que daba en el máster. Ayer el juez cambió su condición de investigado a imputado. Se le ha citado a declarar de nuevo el 29 de julio.
Yo, que no soy jurista, veo corrupción en todo esto. Pero vete tú a saber lo que pasa, porque al juez Peinado lo están presionando los ministros con declaraciones ignominiosas, lo desacreditan en el PSOE y lo insultan en las redes.
Miren, servidora comenzó la carrera periodística en tiempos de Flick, cuando el partido socialdemócrata alemán financió ilegalmente al PSOE. Después vinieron Filesa y Malesa y aquel director general de la Guardia Civil que salió en gayumbos en las fotos y pagaba prostitutas con fondos reservados. Naturalmente, he seguido el caso Gürtel, en el que estuvo implicado el PP y los ERE de Andalucía, donde el dinero europeo de los trabajadores se dedicó a fines que interesaban al Partido Socialista. Bien, a estas alturas ya conozco que la avidez del ser humano le lleva a menudo a meter la mano en la caja, y eso no me sorprende.
Lo que me sorprende y me deja estupefacta es que el PSOE haya implementado un sistema para levantarles las penas de los delitos a los amigos. Delincuentes que han dado un golpe de Estado han sido indultados y se les ha concedido la amnistía. El Tribunal Constitucional, que está exclusivamente para garantizar que se cumple el texto de la Ley Fundamental, está siendo utilizado como tribunal de casación y cuarta instancia que enmienda y elimina las sentencias del Tribunal Supremo.
Y así acabamos de ver cómo los dirigentes socialistas andaluces, desde Chaves hasta Griñán, pasando por el todopoderoso Gaspar Zarrías, han sido liberados de la cárcel. La sensación es que hay dos justicias, las de los ciudadanos y las de los dirigentes socialistas y sus amiguetes. El problema no es la indignación que embarga a los que no están distraídos por el veraneo y los calores.
El problema es que todo el armazón del Estado de derecho, trabado para garantizar la igualdad de los ciudadanos, está cediendo. No es lo mismo si eres Tejero o Carles Puigdemont. No es lo mismo si te llamas Rita Barberá que Manuel Chaves. No es igual si eres Ana Botella o Begoña Gómez.