Garbo, el espía doble que engañó a Hitler y salvó miles de vidas

Era español, de barcelona. Joan Pujol consiguió que los nazis creyeran que el desembarco se iba a producir muy lejos de Normandía

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María Kreisler: "Mi padre, Garbo, no se sentía espía sino agente"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Su historia era conocida. Lo que quiere una de sus hijas, María Kreisler, es que su grandísima gesta pueda ser aún más universal. Por ello y coincidiendo con el 75 aniversario del Día D, cuando las tropas aliadas desembarcaron en Normandía dando así comienzo al fin de la II Guerra Mundial y la caída del régimen nazi, ha puesto en marcha la web garboespia.com donde se puede conocer a la historia de su padre, Juan Pujol; la colaboración imprescindible de su madre, Araceli González y los documentos que acreditan su colaboración a una de las principales páginas de la historia universal.

Porque el papel fundamental de Juan Pujol radica en su condición de espía doble; participó en los dos bandos de dos guerras ( la Guerra Civil española y la mundial) sin disparar un solo tiro. Este barcelonés conocido como Garbo por los británicos y Arabel por los servicios secretos del régimen nazi, "creó una red imaginaria de veintisiete agentes secretos que generaba un cúmulo de información que el enemigo creyó a pie juntillas. Su obra maestra fue engañar a Hitler para que pensara que la invasión de la Europa ocupada se iba a producir muy lejos de donde ocurrió. Salvó miles de vidas y contribuyó decisivamente a la victoria en la Segunda Guerra Mundial. Fue condecorado por alemanes y británicos después del Día D. Provocó la noticia de su propia muerte y vivió oculto durante cerca de cuarenta años. Descubierto, fue recibido con honores en el Palacio de Buckingham y con sorpresa y emoción por sus hijos, que no sabían que estaba vivo. Aunque parezca un personaje de película, Juan Pujol fue un hombre de carne y hueso y esta fue su vida real resumida en muy pocas palabras", podemos leer en la web creada por su hija que en 'Fin de Semana' de la Cadena COPE ha contado como ella no le conoció hastaque tuvo 36 años porque él con la complicidad de su madre, hicieron creer a todo el mundo que estaba muerto, "incluso su muerte se publicó en la prensa española".

De esa forma también permitió que la que había sido su mujer, Araceli González se pudiera casar de nuevo con Edward Kreisler, un reconocido galerista de arte, que dio su apellido a los hijos de Garbo para hacer más creíble la historia de su muerte.

En 1984 sale a la luz que está vivo y es condecorado por el Reino Unido por su colaboración a poner punto y final al régimen nazi. "Nosotros siempre pensamos que mi padre estaba muerto, por eso al reencontrarme con él con 36 años fue maravilloso, era un hombre cercano, alegre, cariñoso y fue estupendo reencontrarme con él" cuenta María en 'Fin de Semana' que asegura que no se reencontró con un hombre desconocido,pese a que ella había regresado a España con tan solo tres años y no le recordaba, "aquel señor era mi padre y me dijo, Hola María comenzamos a hablar y pasamos todo el día juntos".

A la pregunta de por qué sus padres fueron tan activos, María Kreisler responde que "eran muy activos porque querían participar. Mi padre no se sentía espía sino agente y después de la Guerra Civil española quería participar al ver lo que se venía encima con el nazismo. Quiso trabajar así, que era como entendía la lucha. Él no quería ni estados totalitarios ni pegar un solo tiro y lo consiguió".

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