EN 'FIN DE SEMANA'
“Hacemos reflexionar a la gente para que sepan a quien pueden perjudicar haciendo ruido”
Madrid - Publicado el - Actualizado
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A todo el mundo nos ha pasado, y todo el mundo hemos estado en los dos bandos... de fiesta, o intentando conciliar el sueño. Durante las noches de fin de semana, y sobre todo ahora en verano, unos quieren descansar, y otros, divertirse.
La música a todo volumen hasta las tantas de la madrugada, las calles abarrotadas de gente bebiendo, bailando, gritando, o los locales no muy bien aislados, son un problema grave para aquellos que necesitan descansar y que no pueden.
Y aquí llegan los problemas. Denuncias, cubos de agua desde balcones, enfrentamientos y caras de pocos amigos. Por una parte, los vecinos están hartos, y por otra, la gente que quiere divertirse.
¿Alguna solución? ¡Pues sí! En Playa de Aro, en Cataluña, han encontrado una, y han conseguido reducir los altercados entre fiesteros y vecinos en un 80%. Los conocidos como mediadores nocturnos se han convertido en una figura indispensable durante las noches de juerga, y hoy están en el programa para contarnos cómo lo han conseguido.
Xavier Pastor, profesor de Derecho de la Univerdad Oberta de Cataluña y experto en gestión de conflictos, ha explicado en 'Fin de Semana' que cuando estamos en la calle no nos damos cuenta de a quién podemos estar molestando, “nosotros lo que hacemos es hacer reflexionar a la gente para que sepan a quien pueden perjudicar cuando exceden el ruido”.
“Intentamos sobre todo ayudar, no vamos a reñir a nadie. Recordamos que están en un sitio donde hay mucha gente que lo que quiere es descansar”, ha añadido Xavier Pastor.
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Montse Soler, mediadora y coordinadora del servicio de mediación nocturna de Playa de Aro, ha recordado una anécdota de ejemplo para explicar a los jóvenes. “Los jóvenes se suelen poner en las puertas de los locales en los que salen y no son conscientes de que molestan a los vecinos de las viviendas cercanas. Hemos conseguido que todos los agentes de la noche se impliquen y se nos reconozca como una figura pacificadora. Cuando nos ven, los vecinos nos llaman para contarnos cómo se sienten”.