Historias de cuidados paliativos: “Sabía que se iba a morir y me preguntó por qué no estaba allí su familia”

Alicia y Juan cuentan en Fin de Semana la experiencia de sus respectivos padres en un centro de cuidados paliativos

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Historias de cuidados paliativos: “Sabía que se iba a morir y me preguntó por qué no estaba allí su familia”

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Llegó un día en el que mi madre empezó a tener dificultades para hablar y la ingresaron en el Puerta del Hierro. Estuve algunos días con ella, hasta que nos dijeron que no se podía hacer nada y que debíamos ingresarla en un centro de cuidados paliativos”, así comienza la historia de Juan Orejuana. Es uno de los testimonios que este sábado en Fin de Semana de COPE han dado buena cuenta del papel fundamental que pueden ejercer los cuidados paliativos para aliviar el dolor frente a la muerte.

Lo que percibimos es que médicamente estuvo muy bien, le ponían crema en todo el cuerpo para que no le salieran escaras, un sacerdote le visitaba en todo momento”, confesaba el hombre a Cristina López Schlichting.

“Cuando yo le daba la mano a mi madre, y se la apretaba con cariño, veía que intentaba hablarme y, con los ojos, veía signos de alegría, de que estuviera ahí y yo a su lado”. Una historia la de Juan entre otras muchas y que esta semana cobran aún más relevancia cuando los diputados aprobaban esta semana la ley de eutanasia, dejando de lado la capacidad de acción de los cuidados paliativos.

Juan recordaba un momento especial, el de su madre reconociendo a su vecina y mostrando su emoción con la mirada: “De su antiguo domicilio había una vecina a la que comunicamos el estado de mi madre. Al entrar, solo con la voz, dijo “¿Se puede?”, y mi madre se giró y la reconoció al momento”.

Close-up of holding hands

Photo with close-up of caregiver and patient holding hands

La importancia de los cuidados paliativos

Por su parte, Alicia Hornillos, que también se despidió de su padre en un centro de cuidados paliativos, recordaba el caso de un hombre que murió solo: “Mi padre tuvo de compañero a un señor mayor que estaba a punto de morirse, solo muchísimas veces”. Y es que los trabajadores del centro y la familia de Alicia eran su única familia.

“Una vez estábamos hablando y se echó a llorar, hablaba como podía: “¿dónde están mis hijos? ¿Dónde está mi mujer? Es que estoy solo” Yo recuerdo que le iban a inyectar morfina en el plazo de una semana, me dio mucha pena, cómo sabía que eran sus últimos días y lo único que pedía era compañía”.

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