El episodio que desvela cómo trataban Luis Lorenzo y Arantxa Palomino a su tía: "Profundamente desagradable"
Nacho Abad aporta en 'Fin de Semana COPE' más datos sobre el presunto envenenamiento de Isabel, tía de Luis Lorenzo y Arantxa Palomino
Madrid - Publicado el - Actualizado
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8 días han pasado desde que nos enteramos de que el actor y presentador Luis Lorenzo fue detenido junto a su mujer Arantxa Palomino por, presuntamente, envenenar a su tía Isabel con cadmio y manganeso para hacerse con su herencia. La fallecida, de 85 años de edad, vivía en un pequeño pueblo de Asturias y llamaba todos los días por teléfono a uno de sus hermanos, José, para preguntarle por el estado de salud de Consuelo, su cuñada. Pero toda esta rutina cambió cuando Isabel dejó de llamar y fue trasladada sin su consentimiento a Madrid para estar mejor atendida, según el actor y su mujer, donde, finalmente, acabó muriendo.
La investigación sigue su curso gracias al grupo de homicidios de la Guardia Civil de Tres Cantos de Madrid, quienes no paran de encontrar una gran suma de indicios importantes que podrían llevar a la detención definitiva de ambos, aunque aún faltan por determinar puntos tan importantes como los siguientes: saber dónde se encuentran el cadmio y el manganeso, si existen trazas de los mismos en la casa del matrimonio, etc., siendo lo más importante determinar quén se lo dio y de qué manera.
Una de las principales contradicciones lleva a responder a la siguiente pregunta: ¿por qué se trajeron a Isabel de Asturias? Y es que la anciana se encontraba perfectamente allí con su campo y, además, en ese momento tenía comida fresca en la nevera y había dejado la calefacción encendida, algo que nadie suele hacer cuando sabe que se va a otro sitio. Según Nacho Abad, periodista y criminólogo, que se pasaba esta mañana por los micrófonos de 'Fin de Semana COPE', Luis y Arantxa "se la traen para cuidarla y para que recoba los cuidados que allí no recibe". Pero, lo cierto es que ellos no la atienden, es una empresa quien termina haciéndose cargo de ella. Tal y como apuntaba José Miguel Gaona, psiquiata forense, quien también se unía a la conversación, este tipo de instituciones deben proporcionar informes diarios a sus jefes para dar a conocer la situación de la persona, los cuales, en este caso, contenían unos "datos que asustan".
"Isabel está completamente desatendida y sin medicación, en un absoluto estado de abandono y de falta de medicamentos"; "la familia no proporciona gasas, esponjas, elementos mínimos para el cuidado de la persona mayor"; Arantxa Palomino parece estar desquiciada y se va sin prestar atención a María Isabel" o "la sobrina era capaz de largarse del domicilio todos los fines de semana dejando a la enferma con la cuidadora" son solo algunas de las frases que se han podido rescatar de los informes y que muestran lo desatendida que se encontraba la fallecida.
Abril y mayo, dos meses clave
Abad destacaba tres fechas importantes que muestran el interés económico que tenían ambos por el dinero de Isabel. La primera es el 7 de mayo de 2021 cuando acuden al notario para hacer unos poderes respecto a la herencia, donde consiguen que Arantxa sea declarada heredera universal de la casa y del dinero de sus cuentas. Tan solo unos días más tarde, el 21 de mayo, consigue un segundo poder para sacar dinero de las cuentas y gestionarlas. No contentos con esto, intentan conseguir otro y es aquí donde se encuentran los primeros problemas cuando el notario apunta que no se puede hacer "porque la mujer ni habla", algo que ocurre una segunda vez.
Pero claro, si un mes antes, concretamente el 29 de abril, un médico diagnostica que Isabel tiene demencia severa por trastornos de conducta, cómo es posible que durante mayo otorgase los poderes. Esto, según Gaona, es algo "complejo", ya que los médicos al valorar este tipo de enfermedades también escuchan a la familia y solo en algunos casos "se puede presuponer una demencia".
Ictus, abandono... los episodios que muestran que Isabel no estaba bien cuidada
Tal y como explicaba el periodista y criminólogo, esto no es lo único que llama la atención, también los "episodios profundamente desagradables" que tuvo que vivir la anciana. Hay un momento en el que de repente, Isabel se encuentra mal en casa y es trasladada al centro de salud de Rivas-Vaciamadrid, lugar en el que se la diagnostica un ictus, por lo que debía ser trasladada inmediatamente al hospital, ante lo que su sobrina se muestra molesta alegando "que le viene muy mal porque tiene que ir hacer los deberes con sus hijos".
Pero esto no se queda aquí. Y es que mientras la familia entera disfrutaba de un día en el Parque Warner de Madrid, Isabel se encontraba sola y desorientada en un centro comercial, aunque consiguió dar con su sobrina a través de la policía.
Otro dato importante es el despido de la empresa, que no el de la cuidadora, por parte del matrimonio debido al agobio que sentía Arantxa por tener que pasar diariamente los informes a la misma. Ahora bien, según la autopsia la anciana fallecía a causa de una muerte violenta homicida por cadmio y manganeso, por lo que, ¿quién estaba en el domicilio durante las horas previas al hecho?
¿Quién la administró también risperodona, aloperidol, quetiapina y adipiprazol?, cuatro antisicóticos que, normalmente, se suelen recetar a las personas con esquizofrenia, bipolaridad y, en algunos casos, a gente de avanzada edad para dormir.
Abad se despedía añadiendo que esto no se ha acabado. "Queda por determinar quién hizo esas recetas, si fue un mismo médico o cuatro diferentes sin saber cada uno de la existencia de los anteriores y, lo más importante, quién decidió darle todas esas pastillas cuando no las necesitaba".